La Claca

Fue evolucionando a espectáculos para todas las edades y cada vez de carácter más propiamente teatral.

Joan Miró no quiso hacer sugerencias teatrales, sino que se encargó de la atmósfera y las sensaciones.

Ubú no es únicamente un personaje recurrente en el imaginario del pintor Joan Miró, sino que es a la vez una figura dictatorial a partir de la cual La Claca y el pintor representaban - y celebraban - la reciente muerte del dictador español Francisco Franco.

La obra fue un éxito internacional, fue representada en Bélgica, Inglaterra, Alemania, México, Venezuela, Japón, Suecia, Noruega, Dinamarca, etc.

Se representó por ejemplo en el Centro Georges Pompidou en motivo del Festival de Automne à Paris (1978), al Riverside Studio de Londres (1978) o a la Sidney Opera House (1980).

También hizo gira - entre 1979 y 1980 - por Cataluña, donde fue representada en ciudades como Barcelona, Berga, Vilafranca, Sant Celoni, Tarragona, Masnou, Teià, Cardedeu, Gerona, Igualada, Vic, Valls, Sitges, Manresa, Lérida, Tarrasa, Figueres o Mataró; y por España, donde hizo parada entre otros en Valencia, Alicante, Madrid, Granada, Sevilla, Murcia, Santiago de Compostela, Vigo, Bilbao y Zaragoza.

La segunda colaboración de la compañía con un artista plástico se concretó en 1982 con el pintor Antonio Saura.

Titulamos la pieza Peixos abissals: los personajes eran peces que habitaban el fondo de la conciencia.

Durante años viaja por Cataluña, España y el mundo (por ejemplo, Francia, Portugal o Estados Unidos).

"Su idea era tan abstracta y sublime que el artista nunca encontró un resultado realmente satisfactorio, pero intentó representarla a través del laberinto.

Aun así, la idea - abstracta y sublime - no acabó de funcionar:"Finalmente comprendimos que el laberinto permanecía inacabado porque, como espectáculo, era irrealizable.

Por eso, todavía hoy, sigo expresando toda mi gratitud a Matta."

La sala pequeña del mismo teatro se llama Teresa Calafell, reconocida titiritero y cofundadora de la compañía.