Esta línea, además, acercaba a la realidad, la conexión ferroviaria entre Madrid y Barcelona.
La concesión se efectuó la empresa Ferrocarril de Barcelona a Zaragoza vía Monzón y Lérida.
El carril empleado en las secciones entre Barcelona y Manresa era del tipo Barlow.
[1] La Junta que solicitó del Gobierno la ejecución de la línea por secciones.
En un principio habían pensado llegar a un entendimiento con la Compañía del Camino de Hierro del Centro para aprovechar la línea que ésta estaba construyendo entre Barcelona y Martorell, para seguir el camino habitual hacia Lérida, vía Igualada y Cervera (la línea que seguía la carretera nacional, actualmente, autovía A-2), desde donde continuaría hacia Zaragoza.
Finalmente, los Girona decidieron aprovechar la concesión de la línea de Manresa, que tenía su empresa Girona Hermanos, Clavé y Cía., para dirigirse a Lérida desde allí, vía Cervera.
En la promoción de esta sociedad habían participado sobre todo capitalistas catalanes como Girona Hermanos, Clavé y Cía.
[2] Dada las enormes dificultades del trazado entre Barcelona y Manresa, finalmente sería Catalana de Crédito la entidad que financiaría las obras.
La sección entre Tarrasa a Manresa, fue proyectada y dirigida por el ingeniero de caminos Pedro de Andrés y Puigdollers, con el apoyo del ayudante de obras públicas Luís Masse, donde tuvieron que afrontar la complicada orografía mediante: Manuel Girona y Agrafel impuso un duro ritmo de trabajo en la línea, para la que no se encontraba personal suficiente, obteniendo del gobierno que pudiesen trabajar y redimir penas por el trabajo, los presidiarios que quisiesen acogerse a esta opción, cobrando el salario normal, tal como se había hecho en la construcción del Canal de Urgel.
La construcción de esta línea era la obra pública más importante acometida hasta la fecha en España.
El primer tramo entre Montcada y Sabadell, entró en funcionamiento en febrero de 1855.
Paralelamente se trabajaba en el tramo de Manresa a Lérida.
La Sociedad del Ferrocarril de Zaragoza a Barcelona convino con el contratista Girona Hermanos, Clavé y Cía, que eran los concesionarios del Ferrocarril de Moncada a Sabadell y Tarrasa, que este tramo figurase como la primera Sección entre Barcelona y Manresa.
[2] Destacan otros accionistas cercanos a la familia Girona, como José Vidal y Ribas.
Dicha producción se adelantó a la producción de material rodante que la familia Girona desarrolló en la Herrería de Nuestra Señora del Remedio, que en 1881 se transformó en la Material para Ferrocarriles y Construcciones, S.A., conocida popularmente como Can Girona.
[3] En 1928, Norte electrificó el tramo Barcelona a Manresa, en doble vía.