Can Girona

En esta herrería se fabricaban aceros laminados, herraduras y hierros forjados de todas clases (por esto último era denominada Forjas de Can Girona).Transcurridos unos años, estos se hicieron pequeños y decidieronn montar una nueva empresa especialmente dedicada a la construcción de material ferroviario con unas dimensiones mucho mayores, constituyendo en 1881 la razón social Material para Ferrocarriles y Construcciones, S.A., con sede en la calle Ancha 2, de Barcelona, que era la sede de la Casa Girona.La familia Girona tuvo un especial peso en Crédito General de Ferrocarriles por lo que tres de sus miembros participaban en el consejo de administración: los hermanos Jaime y Manuel Girona y Agrafel, junto con el hijo del primero, Jaime Girona y Canaleta (I Conde de Eleta).Por otra parte, poco tiempo después los Girona también participaron en la creación de Altos Hornos de Vizcaya, por lo que entre las dos empresas (Material para Ferrocarriles y Construcciones, S.A. y Altos Hornos de Vizcaya, S.A.) la Casa Girona podía facilitar a las empresas ferroviarias tanto material rodante, especialmente vagones, como material fijo.Fue el de mayor volumen de material ferroviario que se había contratado en España pues, hasta aquella fecha, gran parte del mismo se importaba.Entre 1892 y 1905 fabricaron 390 vagones para la Compañía de Tarragona a Barcelona y Francia, 214 vagones para el ferrocarril de Almansa a Valencia y Tarragona, 160 tranvías para Barcelona, vagones para el Funicular del Tibidabo en Barcelona, tranvías para Madrid, etc.[8]​ En los años 1907 y 1908 enriqueció la división metalúrgica con el montaje de 2 hornos Martin-Siemens, ganando una autonomía en la provisión de acero que permitió introducir una agilidad considerable en los plazos de entrega.[9]​ José Ramón Arana escribió en 1973 una novela titulada Can Girona.La nueva empresa pasó a denominarse Material y Construcciones, S.A, (MACOSA).
Retrato de Ignacio Girona y Agrafel, pintado por Federico de Madrazo y Kuntz en 1853.
Último vagón de la Serie 100, de los construidos en Can Girona entre 1926 y 1929, para la Línea Transversal del Metro de Barcelona, que es de ancho ibérico. Esta es la línea de metro con la vía y los vagones más anchos del mundo. Con diversas transformaciones circularon durante 35 años, hasta 1977.
Imagen de la estructura de la Estación de Francia, construida por Material para Ferrocarriles y Construcciones , que fue acabada en 1929.