Lábdaco

[2]​ El suceso más notable de su reinado fue la guerra que mantuvo con el rey de Atenas, Pandíon I, por motivos fronterizos; Lábdaco perdió la guerra.

[3]​Pausanias aporta el detalle de que tanto Lábdaco como Layo aceptaron voluntariamente ceder el poder del trono y la custodia de su hijo a Nicteo, sin necesidad bélica.

El primero a través de Los siete contra Tebas y el segundo con sus obras Edipo rey, Edipo en Colono y Antígona.

El rey Lábdaco provoca la hamartia (maldición) entre su descendencia al negarse a realizar los ritos que demanda el dios Dioniso.

Las Bacantes, sacerdotisas del dios, enfurecidas por su osadía, lo sentencian a muerte y lanzan una maldición contra los miembros de su gens (tribu), los labdácidas.