El hiragana se utiliza sobre todo para los aspectos gramaticales del idioma como el okurigana u otros usos como el furigana.
Esta estructura hace que algunos estudiosos etiqueten al sistema como moraico en vez de silábico, debido a que el sistema requiere la combinación de dos silabogramas para representar una sílaba CVC (consonante-vocal-consonante) con coda (por ejemplo, CVn, CVm, CVng), una sílaba CVV (consonante-vocal-vocal) con un núcleo complejo (por ejemplo, vocales largas expresivas o múltiples), o una sílaba CCV (consonante-consonante-vocal) con un inicio complejo (por ejemplo, incluyendo una ligadura, CyV, CwV).
Se ha dicho que los kana fueron inventados por el monje budista Kūkai en el siglo IX.
Su interés por los aspectos sagrados del habla y la escritura le llevaron a la conclusión de que el japonés debía ser representado mejor por un alfabeto fonético que por los kanji, los cuales habían sido utilizados hasta ese entonces.
El hiragana se emplea principalmente para indicar prefijos, partículas y terminaciones o complementos gramaticales (okurigana).
En la actualidad, el katakana suele utilizarse para escribir palabras o nombres de origen extranjero que no poseen representaciones en kanji, así como para representar onomatopeyas, términos técnicos y científicos y algunas marcas de empresas.
En los libros para niños pequeños que aún no conocen los kanji se emplea solamente el hiragana combinado con espacios.
キャ シャ チャ ニャ ヒャ ミャ リャ キュ シュ チュ ニュ ヒュ ミュ リュ キョ ショ チョ ニョ ヒョ ミョ リョ