Historia de los judíos en Hungría

[4]​ Las fuentes escritas prueban que las comunidades judías vivían en el Reino medieval de Hungría e incluso se supone que varios sectores de las heterogéneas Tribus magiares practicaban el judaísmo.

Desde la segunda parte del siglo XIII, la tolerancia religiosa general disminuyó y las políticas de Hungría se volvieron similares al tratamiento de la población judía en Europa Occidental.

Hasta el siglo XIX, la población judía en Hungría era escasa: en 1787, apenas había ochenta y tres mil hebreos —el 1 % de la población—.

[5]​ Su número creció rápidamente durante el siglo por la inmigración desde Europa oriental, especialmente desde Galitzia.

[5]​ El Gobierno liberal-conservador que dominó la región durante el el periodo del Compromiso austrohúngaro fomentó la inmigración para favorecer el desarrollo económico y por motivos políticos —la asimilación fue intensa y la población judía a menudo adoptó el nacionalismo magiar—.

Eötvös también estableció el Congreso israelita para que los judíos pudieran tomar el control de sus asuntos eclesiásticos y escolares.

[8]​ En general, la población judía se agrupaba en dos comunidades rivales: los tradicionalistas ortodoxos y los más modernos neólogos.

[9]​ El antisemitismo, rechazado por el Gobierno y los intelectuales antes de la Primera Guerra Mundial, tuvo escasa importancia.

El resto vivía sobre todo en ciudades de provincias y solo un pequeño porcentaje habitaba en pueblos o granjas.

[6]​ Los judíos mantuvieron, como habían tenido antes de la guerra, un papel destacadísimo en las profesiones liberales, el comercio y las finanzas.

[6]​ Gracias a su relevancia económica, los financieros e industriales judíos suponían un pilar fundamental para el régimen aristocrático impuesto en Hungría en el periodo de entreguerras.

[6]​ Estos defendieron durante todo el periodo la necesidad de disminuir la importancia judía en la economía.

[6]​ Viendo su futuro en la industria, el comercio o las finanzas, consideraban a sus competidores judíos como un obstáculo para su medra.

[6]​ La presión tuvo su efecto y, el último año del gobierno Gömbös (1936) el porcentaje se había reducido a un 7,3 %.

[6]​ El gobierno indicaba, por ejemplo, qué cantidad de empleados cristianos debían contratar ciertas empresas.

[6]​ En las acciones del gobierno para facilitar el trabajo a los universitarios, los graduados judíos eran ignorados.

[6]​ Fuera del gobierno, los partidos radicales de derecha también eran antisemitas y fomentaban el odio a los ciudadanos judíos[6]​ que, en gran parte, estaban muy asimilados en el país y eran muy nacionalistas.

[6]​ La ciudadanía, sobre todo el campesinado, que formaba el grueso del país, no era antisemita.

[10]​ En septiembre, el país recuperó la Transilvania septentrional por el Segundo arbitraje de Viena.

Una directiva secreta del KEOKH aclaraba la finalidad: «la deportación de los judíos rusos y polacos recientemente infiltrados en la mayor cantidad posible y a la mayor brevedad».

[21]​ Los deportados solo podían llevar consigo treinta pengös, comida para tres días y los mínimos objetos personales.

[25]​[18]​ El ministro ordenó el instantáneo regreso de siete trenes que ya se hallaban en camino hacia la frontera.

[30]​ El 22 comenzaron a tomar rehenes entre los judíos de la localidad y, utilizando como excusa un falso ataque sobre los gendarmes, Feketehalmy-Czeydner ordenó su ejecución en masa.

[32]​ En total, habían sido asesinadas 3309 personas, incluyendo 141 niños y 299 ancianos.

[40]​ Hasta la detención temporal de las deportaciones en el verano, 434 351 judíos fueron enviados al exterminio.

[43]​ Al realizarse la invasión no existía un plan claro y los alemanes deseaban sobre todo lograr cien mil trabajadores para las fábricas de aviones más que en el exterminio y, si el Gobierno húngaro hubiese entregado a los trabajadores negándose a deportar al resto de la población, los alemanes hubiesen aceptado, al menos temporalmente.

Durante sus primeros años, los principales miembros del régimen y la policía secreta eran casi en su totalidad judíos, aunque naturalmente antirreligiosos.

Escritores e intelectuales judíos como Tibor Déry, encarcelado entre 1957 y 1961, ocuparon la vanguardia del movimiento de reforma.

Alrededor de 9000 fueron a Israel mientras que otros se establecieron en los Estados Unidos, Canadá, Australia, Europa Occidental y América Latina.

La población judía húngara disminuyó debido tanto a la emigración como a los altos niveles de asimilación y matrimonios mixtos y las bajas tasas de natalidad.

Mapa de las expulsiones de judíos en Europa entre 1100 y 1600. Hungría expulsó a los judíos en el siglo XIV .
Seminario Rabínico Nacional de Hungría (1902).
Judíos húngaros a su llegada al campo de exterminio de Auschwitz en el verano de 1944.