Juan de Castro (agustino)
Maestro en Teología por la Universidad de Ávila, ejerció como predicador con gran éxito.[1][2][3] En 1608 fue presentado por el rey Felipe III y preconizado por el papa Paulo V para ocupar el arzobispado de Santafé de Bogotá, en el Nuevo Reino de Granada; recibió la consagración y el palio arzobispal, pero su avanzada edad, su escasa salud y el haber sido nombrado predicador del rey le llevaron a renunciar el año siguiente sin haber emprendido el viaje.[4][5] Fallecido en el convento de San Felipe de Madrid en 1611 a los sesenta y cuatro años de edad, fue sepultado encima de la puerta de la sacristía, con un epitafio compuesto por Basilio Ponce de León.[6] Durante las obras de reforma de 1648 su sepulcro cayó accidentalmente y se encontró su cuerpo incorrupto.[7][8] Dejó escrita una biografía de Alonso de Orozco y un libro con sus propias meditaciones y soliloquios, que nunca llegaron a publicarse.