Gregorio de Santiago Vela

Con el avance de la Revolución filipina, en noviembre de 1898 se vio obligado a refugiarse en Manila junto con otros religiosos.En enero de 1902 fue destinado al convento del Santo Niño de Cebú donde ejerció como profesor durante los ocho años siguientes, quitando breves periodos en los que ofició como párroco coadjutor en Bolhoon o profesor en Iloilo.[4]​[5]​ Fue en esta época cuando escribió y publicó Mga paquigpulong sa iningles ug binisaya ("Manual de conversación en inglés y bisaya", Manila, 1905) y un devocionario titulado Bato-balani sa calag ("Imán del alma", Barcelona, 1907).Fue lector de los agustinos desde 1913 y definidor provincial desde 1920.El cuarto volumen, que incluía las iniciales J-L, nunca llegó a ver la luz, pues deseoso de investigar más a fondo la obra de fray Luis de León decidió postergarlo para documentarse mejor; los volúmenes séptimo y octavo fueron publicados tras su muerte por Pedro Abella y Julián Zarco, respectivamente, hasta completar la que "todavía hoy constituye la mejor bibliografía en lengua española sobre la Orden de San Agustín".