Fue el menor de tres hermanos y muy joven se trasladó con su familia a vivir en Buenos Aires, donde hacía trabajos diversos.
Por algún motivo el director de la publicación le encontró condiciones para escribir y pasó a ser periodista.
Escribió letras para variados ritmos criollos: estilos, milongas camperas y zambas.
El investigador Jorge Larroca, al escribir sobre el barrio de San Cristóbal, lo ubica como un vanguardista del tango pintoresquista; es decir, el tango que describiendo los aspectos sutiles de la particular idiosincrasia del porteño retrata su espíritu burlón.
Respecto del título hay diversas versiones; el pianista Juan Santa Cruz dijo que Berto ejecutaba con frecuencia el tango –todavía sin nombre- en el cabaré L'Abbaye de Esmeralda al 500 y un día a sugerencia de un concurrente lo tituló “La payanca”.