Fue uno de los primeros músicos en hacer evolucionar el tango desde sus formas primitivas y quien impuso el piano en la orquesta típica tanguera.
Las primeras estrofas de la letra son: La letra fue creada por Caruso una década después que el tango fuera estrenado como instrumental y, según García Jiménez, es un remedo del poema La canción del bohemio de Felipe Sassone.
Dice García Jiménez que Alma de bohemio fue el tango más exitoso de Firpo; para Del Priore y Amuchástegui la pieza tiene cierto refinamiento musical para su época y
Contó Alberto Podestá que cuando cantaba en la orquesta de Carlos Di Sarli, este tango solía estar a cargo de Roberto Rufino, el otro cantor, quien lo interpretaba tal como había sido escrito.
Con este efecto el tango no resultaba bailable, por lo cual lo ejecutaban al cierre, cuando la gente se acercaba al palco para escuchar, y –siguió diciendo Rufino- cada vez se quedaba más y cada vez gustaba más.