Los hermanos grabaron cuatro tonadas en un disco de 78 RPM para la filial chilena del sello Odeón.
Estas tenían por títulos «El martirio», «Tú que vas vendiendo flores», «La partida» y «Tilín tolón».
En 1951, Lucho conoció en Santiago a la vocalista cubana Olga Guillot y grabó con la orquesta de Don Roy.
Su disco sencillo con el tema «Piel Canela» (1951), composición del puertorriqueño Bobby Capó y primeramente grabado por este con la Sonora Matancera, llegó a ser un gran éxito en toda Latinoamérica.
Por intermedio del locutor Raúl Matas, Lucho Gatica conoció en Santiago al Trío Los Peregrinos, que respaldaron con sus voces y guitarras al cantante boliviano Raúl Shaw Moreno, además de los chilenos Fernando Rossi y Pepe González.
Posteriormente, Gatica grabó, esta vez con orquesta del británico Maestro Roberto Inglez, su versión del tema de Consuelo Velázquez, «Bésame mucho», en 1953, año en que produjo dos temas más, «Las muchachas de la Plaza España» y el ya mencionado, «Sinceridad».
En 1957, Gatica decidió mudarse a México, país que cobraría gran importancia en su vida.
Por esos años, era ya tan conocido en los ambientes artísticos en los Estados Unidos que la MGM organizó algunas visitas protocolares con las personalidades del espectáculo más celebradas del momento a nivel mundial, incluyendo a Elvis Presley,[2] y el también bolerista Nat King Cole.
Durante este certamen, Juan Gabriel —quien participaba como artista invitado— le rindió nuevamente un homenaje mientras interpretaba un medley con las populares canciones chilenas «Yo vendo unos ojos negros/Ende que te vi».
Ese mismo año, Gatica firmó un contrato de grabación con la empresa Aurafonic Records para producir un álbum de diversos temas exitosos y material inédito que, según afirmó, sería su último disco, pese a que su voz ya estaba en decadencia.