A sablazo limpio

Ellos comenzarán a dar un espectáculo donde Viruta toca el pandero mientras Capulina baila disfrazado de oso.

Por otro lado, el verdadero bandolero se encuentra enamorado de la ahijada del gobernador con quien mantiene una relación secreta.

El se cuela dentro del palacio para verla y al darse cuenta de que han atrapado un par de hombres que se han hecho pasar por él, decide ir a salvarlos.

Cuando Cornelius y Crispín están a punto de ser colgados en la horca, el bandolero hace su aparición para sacarlos del apuro.

Él mismo, en un sorprendente giro de hechos mandara a Viruta y Capulina de nuevo al palacio, pero esta vez para trabajar con el enviado del virrey.