Carmela Rey
En cine, protagonizó películas como A sablazo limpio (1958), Viva la parranda (1960), Las hijas del Amapolo (1962) y Escuela para solteras (1965).[4] Su nombre artístico lo tomó del apellido de su abuela materna, Isabel Rey.[5] Tiempo después, regresó al medio artístico con series de radio y presentaciones en el centro nocturno Capri.[5] También debutó en la televisión, y uno de sus programas permaneció veintiséis semanas consecutivas en el aire.[2] Su marido se hallaba delicado de salud y por ello no pudo asistir al servicio fúnebre.