Genaro Espósito
Por otra parte, Espósito fue maestro, a su vez, de los grandes bandoneonistas Anselmo Aieta y Ricardo Brignolo.En 1908 integró su primer conjunto, con el violinista Federico Lafemina y el guitarrista Torres, para actuar en reuniones del barrio.El mismo año grabó para la discográfica RCA Victor[3] con el conjunto Orquesta Típica Genaro Espósito, integrado por bandoneón, clarinete, guitarra y violín; las placas que se completaban con una grabación de otro conjunto conyrnísn Ya vengo (junto al vals Las violetas que ejecutaba Ignacio Corsini), El crack Larrea (con Sueno magnífico, cómico, también por Corsin), Los Invisibles (completado con Soleares, aire español de y por Juan Ríos), Don Samuel con la mazurca El Figaro por Los Alpinos, Lluvia de estrellas, junto a Séptimo cielo de Rafael Alcorta por el autor en solo de acordeón.Poco más adelante viajó a Tucumán para actuar con el “Cuarteto Genaro” en el que estaba además de Gorrese el violinista Mariano Alfonsín, trabajando varios meses en el café “España”.[1][3] Al año siguiente se unió a otros músicos destacados formando una orquesta para tocar en el Festival de Tango de Montevideo, Uruguay; entre los integrantes estaban además los también bandoneonistas Eduardo Arolas y "El Negro" José Quevedo; los violinistas Rafael Tuegols, Julio González "El Loco Julio" y Julio De Caro, los pianistas José María Rizzuti, “El Bacancito” y el chelista José Almirall.Con ellos viajaba el músico francés Víctor Jachia que regresaba a su patria pero no lo logró pues falleció durante la travesía.En esa ciudad formaron la “Orquesta Genaro-Pizarro” junto con otros músicos argentinos y franceses y actuaron con mucho éxito en el cabaré "Princesse" para lo cual, al igual que otros conjuntos argentinos, debieron usar una vestimenta supuestamente gauchesca porque los músicos extranjeros solo podían actuar en Francia como grupo folclórico.La mayoría de los locales donde Espósito podía trabajar fueron cerrados; después de agotar sus ahorros y vender sus bienes –incluyendo piano, joyas y platería- apenas podía comprar sus alimentos.