José del Castillo Sáenz de Tejada

[1]​ Simpatizantes declarados del socialismo, ambos militares, Condés y Castillo, son condenados por su actuación durante la Revolución de 1934.Tras el triunfo del Frente Popular en 1936, solicita su pase a la Guardia de Asalto.El gobierno frentepopulista hizo todo lo posible para que el entierro del alférez De los Reyes quedase en la intimidad familiar, pero sus compañeros decidieron tratarlo con honores y llevaron su féretro a hombros por las calles de Madrid.La comitiva fue atacada durante el entierro, provocando tiroteos y tumultos por la ciudad.No obstante, sí se le atribuye que hirió a un estudiante de medicina implicado en la revuelta.En cualquier caso, lo cierto es que el teniente sí participó en este y otros episodios similares, con mayor o menor grado de responsabilidad, dada su posición.[cita requerida] La conclusión compartida es que «perdió los nervios» y resulta herido de gravedad, por disparos a quemarropa del propio teniente José del Castillo, el joven militante carlista, que no iba armado, José Luis Llaguno Acha.Castillo estuvo a punto de ser linchado por los manifestantes y tuvo que ser sacado del lugar por los agentes bajo su mando, que lo trasladan a la Dirección General de Seguridad, donde presta declaración y es puesto en libertad sin cargos.Sin embargo, algunos autores revisionistas, como el escritor César Vidal han recuperado la teoría lanzada por la historiografía franquista de que el asesinato de Calvo Sotelo se planeó mucho antes del asesinato del teniente Castillo.
Ermita del Humilladero de Nuestra Señora de la Soledad en la esquina de las calles Fuencarral y Augusto Figueroa. A sus puertas fue asesinado el teniente Castillo.