Requeté

El Requeté (cuyos integrantes eran llamados requetés o boinas rojas), también Tercios de Requetés, fue una organización paramilitar carlista creada a principios del siglo XX[1]​ que participó en la guerra civil española, llegando a integrar a más de 60 000 combatientes voluntarios[2]​ repartidos en 67 tercios[3]​ que lucharon a favor del bando nacional, con el objetivo de defender la religión católica y oponerse al marxismo.

Sobre el extraño mote sin raíz «requeté», escritores contemporáneos dicen que, debido al pésimo estado en que se encontraba la vestimenta del tercer batallón tras las escaramuzas habidas a finales de 1833 en las montañas navarras cuajadas de matorrales, los de los otros batallones se reían de ellos y les cantaban: «Tápate soldado, tápate, que el culo se te ve».

Los de este batallón tomaron a bien esta burla y la convirtieron en su canción.

Una de ellas fue fundada por Juan María Roma como una organización juvenil del carlismo en Cataluña en 1907; tenía como órgano de expresión el semanario carlista manresano Lo Mestre Titas.

[15]​ En 1932 el coronel José Enrique Varela se hizo cargo de la jefatura de los requetés, a los que estructuró militarmente: desde la unidad básica, la patrulla, que se componía de cinco boinas rojas y un jefe, el requeté que formaba una compañía de 246 hombres y, por último, el tercio que estaba formado por tres compañías.

[13]​ En marzo de 1934 Antonio Lizarza, en representación de la Comunión Tradicionalista, el teniente general Barrera, por la Unión Militar Española, y Antonio Goicoechea, por Renovación Española, viajaron a Roma.

Tras reunirse con Benito Mussolini y explicarle su plan de derrocar a la República, el gobierno fascista les proporcionó dinero y armamento, acordando además el envío de jóvenes requetés a Italia para su adiestramiento militar.

El envío de jóvenes se intensificaría desde el momento en que empezó a dirigir la Comunión Manuel Fal Conde, quien dispuso la preparación militar de los requetés.

El acto consistió en la presentación pública y desfile de la milicia armada carlista, y contó con la participación de 650 boinas rojas andaluces, uniformados e instruidos militarmente.

Ello supuso una exhibición sin precedente a la que asistieron los dirigentes carlistas nacionales, para demostrar la fuerza que tenía el Requeté fuera de sus feudos tradicionales.

Sin embargo, sus mandos confiaban más en los generales Sanjurjo y Mola, con quienes habían fraguado la conspiración, viéndose muy afectados por sus tempranas muertes.

Jorge Vigón llegó a afirmar que la boina roja se convirtió en «el símbolo del monarquismo español, uno y sólidamente compenetrado, borradas todas las diferencias que a lo largo de un siglo le habían dividido».

[18]​ En total se constituyeron 42 tercios:[19]​ 10 compuestos por navarros, 8 por vascos, 8 por castellanos, 7 por andaluces, 6 por aragoneses, 2 por asturianos y 1 por catalanes.

El requeté aragonés José María Resa describiría el ambiente de los primeros días de la guerra entre los boinas rojas de este modo: Durante el conflicto los requetés entraron en todas las ciudades que se habían resistido a los carlistas en el siglo anterior (San Sebastián, Bilbao, Madrid, Barcelona, Pamplona), contribuyendo de manera decisiva a la victoria del bando sublevado.

[23]​ Fue escrita por Manuel Fal Conde y su reglamento corrió a cargo del coronel Varela.

España: única e indivisible, en su rica variedad autárquica regional, es: Sublime arcano de tradiciones.

Requetés catalanes (1912)
Jefes y Abanderado del Requeté durante una revista en el Quintillo (1934)
Medalla de la Lealtad, 1964.
La Cruz de Borgoña roja sobre paño blanco, emblema carlista y del Requeté incorporado por Manuel Fal Conde .