José Pomar

[1]​ Su catálogo se conforma por obras para piano, voz, ensambles de cámara y orquesta.

Su padre Luis Pomar Perea, luego de haberse casado en 1871 con Soledad Ordóñez y haber procreado cuatro hijas, contrajo segundas nupcias en 1878 con Dolores Arriaga Uranga, matrimonio del cual José Pomar fue el único hijo.

Mientras tanto, su madre Dolores le dio sus primeras clases de piano, continuándolas luego con su tía la Sra.

[9]​ En 1898, Pomar compuso El juglar, pieza de carácter para piano, la cual publicó hacia 1904 por la casa editora A. Wagner & Levien.

[10]​ Este suceso "lo retrajo en cuanto a trabajar por la difusión y divulgación de su obra".

Durante esta época, entabló amistad con músicos, escritores, poetas, pintores y arquitectos tales como Diego Rivera, Julio Pani, Pedro Ogazón, Guillermo E. Symonds, José Joaquín Gamboa, Jesús T. Acevedo y Adrián M. de Parres.

Influyó en esto la poco favorable reputación que se había ganado en la Ciudad de México como anti-reeleccionista.

[20]​ Ya para 1914, la agitación que vivía el país comenzó a manifestarse en Pachuca, producto de las peleas entre constitucionalistas y revolucionarios.

Fue en estos años en que se enlistó durante unos meses en el ejército de Pablo González, animado por Alfonso Cravioto.

Pomar aceptó el nombramiento y regresó solo a la Ciudad de México.

[33]​ Pese a ello, Pomar siempre se mostró agradecido hacia esta institución, especialmente por haberle permitido cumplir el deseo de su juventud: viajar por el país y conocer las manifestaciones musicales del pueblo mexicano.

[34]​ Ahí, llegó a impartir las clases de Teoría Superior, Análisis Musical y Solfeo.

[22]​ En el Conservatorio se relacionó con el grupo de autores cercano a Chávez: Luis Sandi, Eduardo Hernández Moncada, José Rolón, Vicente T. Mendoza, Gerónimo Baqueiro Foster, David Saloma y Daniel Castañeda.

También su labor creativa se detuvo prácticamente teniendo como excepción la escritura de su última gran obra: América.

Olga Picún comenzó a ordenarlo, digitalizarlo y escribir sobre él con la intención de colocarlo al alcance del público en los años siguientes.

Durante esta década, vieron la luz una serie de artículos escritos por ella misma y Emilio Casco Centeno y en 2010, una breve biografía aparece en el capítulo La creación musical en México durante el siglo XX de Aurelio Tello, del libro La música en México: Panorama del siglo XX.

Desde 1898 a 1908 Pomar experimentó un primer impulso creativo conformado por 26 piezas originales para piano —de las cuales cuatro son piezas sueltas y las demás pertenecen a seis ciclos de suites o colecciones— y la obra de cámara Canción Samaritana (1904).

Su producción pianística evolucionó hacia formas más grandes y ambiciosas que aquellas creadas en la Ciudad de México.

Las obras orquestales que escribió en estos años son: Cuarto cuadro para orquesta (1930), la cual formaba parte de un proyecto encargado por el mismo Chávez para componer y escenificar una obra dividida en 5 movimientos que abarcara la Historia de México.

A Pomar le había sido asignado el cuarto movimiento, que hablaba del Porfirismo.

Finalmente, hacia 1946 Pomar escribió su obra maestra: América, Sinfonía en Do, la cual compuso con la finalidad de presentarla al Premio Musical Reichhold “Sinfonía de las Américas”, un concurso convocado por el millonario Henry H. Reichhold y que buscaba premiar al ganador con 25,000 dólares.

Cada uno está construido con elementos que pertenecen o aluden a cada una de las naciones y en el último movimiento reaparecen los tres primeros.

José Pomar en su juventud
La familia Pomar Aguilar
José Pomar
José Pomar en la década de los treinta