Como político se forjó en el civilismo y terminó convirtiéndose en partidario del presidente Augusto B. Leguía.
Durante el Oncenio, fue diputado por Jauja (1919-1930), y le correspondió presidir su cámara en tres legislaturas (1922, 1926, 1927).
[1] Al ocurrir el cisma del Partido Civil, Salazar se orientó hacia el bando dirigido por el presidente Augusto B. Leguía, que por entonces estaba en su primer gobierno (1908-1912).
[1] En 1915, en postrimerías del primer gobierno de Óscar R. Benavides, postuló a una diputación por Jauja, compitiendo con Alberto Benavides Canseco (cuñado y secretario del presidente), pero dicha elección fue anulada por la Corte Suprema.
Fue elegido diputado por Jauja a la Asamblea Nacional (Congreso Constituyente), que dio la Constitución de 1920.
[9][10] Le tocó enfrentar algunas rebeliones en provincias, como la de Cajamarca que encabezaron el doctor Arturo Osores, el coronel Samuel del Alcázar y el teniente Carlos Barreda, que fue sangrientamente debelada, siendo Alcázar y Barreda fusilados sin proceso.