En hebreo, el término Eretz Yisra'el se usaba para designar la región conocida en la mayoría de idiomas como Palestina, y se sigue usando en términos históricos para este significado (ya que es anterior al nombre impuesto a la región por el imperio romano).
Durante el Mandato británico, los judíos se llamaban judíos palestinos (usando esa otra ortografía), que decían habitar la Tierra de Israel (o sea Eretz Yisra'el).
Desde la época romana hasta el presente, la Tierra de Israel ha tenido diferentes denominaciones, a veces incluyendo zonas de Egipto, Jordania, Siria y Turquía.
Mas, durante casi dos mil años, hasta la creación del Estado de Israel, e incluso a partir de ello, el pueblo judío siguió y sigue refiriéndose al mencionado territorio ancestral a través de la expresión Eretz Yisra'el y, como expresión, se halla a su vez intrínsecamente ligada a la historia nacional del pueblo de Israel (עם ישראל).
[7] La fuerte ligazón histórica que existe entre la Biblia y la Tierra Santa es explorada por la investigadora Sarah Kochab en su libro titulado «Israel»,[8] obra donde también señala la centralidad de Jerusalén, señalándola como capital de Israel y relacionándola con el rey David, así como también con el Templo hebreo de dicha ciudad.