Tras cursos estudios iniciales en Sos, estudió durante tres años Artes y Filosofía en la Universidad de Zaragoza, en 1718 recibió órdenes menores pero después decidió seguir la carrera de Jurisprudencia Civil e ingresó en el Colegio de San Vicente de Huesca, en cuya universidad se licenció en Leyes.
A esa industria artesanal, fomentada concretamente por el Hospicio ovetense, se refiere Madoz en su Diccionario, pero ya medio siglo antes Jovellanos parece aludir a ella cuando en su VII carta a Ponz le dice: "se ha adelantado bastante el tejido de lienzos y he visto bellas cotonias, colchas, mantelerías, panas, y otros géneros de excelente calidad y apariencia fabricados en Oviedo".
La hermosa fachada principal, rematada por un estupendo escudo barroco es obra del genial arquitecto asturiano Pedro Antonio Menéndez de Ambás.
El edificio, vastísimo, tenía cuatro pisos amplios con galerías interiores y escaleras de variado valor arquitectónico.
Hoy, pese al cubrimiento de algún patio, a los sótanos creados y a tantas y tantas modificaciones e instalaciones lujosas al servicio de la industria instalada, el conjunto sigue pareciendo el mismo de antes, aunque sumido en un sueño de Las mil y una noches.
En 1753 se le encarga la negociación con la Santa Sede de parte del Concordato firmado ese año.