Las Tablas Reales del Reino de Navarra era un sistema de percepción y recaudación sobre peajes y otros derechos del rey situados a la entrada de los pueblos durante el Antiguo Régimen.
El nombre, tabla, responde a un galicismo, table, para referirse a la «mesa donde se ponían los cobradores de los derechos de peajes y otros del rey, a la entrada de los pueblos.»[1] Por ello, es indicativo que tales puestos de recaudación no se limitaban a lugares fronterizos sino que también se situaban en localidades del interior.
[2] Aunque no todas las tablas formaron parte del patrimonio real,[3] cuando este servicio era ejecutado por la Hacienda Real de Navarra era objeto de arrendamiento y a los «administradores o arrendadores de Tabla y, por extensión, a sus delegados» se les denomina tablajeros.
[5] El término "tabla", aparece vinculado a otros cargos, incluso eclesiásticos, como el encargado de la percepción de rentas y otros derechos debidos a la entidad que representaban.
[6][7] Yanguas y Miranda recopilaba escuetamente el concepto en su obra Diccionario de Antigüedades del Reino de Navarra afirmando que era «en Navarra lo mismo que aduanas en Castilla: llamáronse así por la palabra francesa table o mesa donde se ponían los cobradores de los derechos de peajes, y otros del rey, a la entrada de los pueblos.