Diócesis de Huesca

En 2021 en la diócesis existían 210 parroquias agrupadas en 6 arciprestazgos: Almudévar, Ayerbe, Huesca ciudad, Monegros, Sesa-Berbegal y Somontano-Sobrarbe.La tradición sostiene que el cristianismo llegó a tierras de Osca en el siglo I con la predicación de los apóstoles Santiago el Mayor y san Pablo.Por Fibularia se designa a la ciudad Calagurris Fibularia, dependiente de Osca desde el siglo I a. C., que se identifica actualmente con un paraje y yacimiento arqueológico romano llamado "Calaborra", situado en Bolea.En el año 598 se celebró en Huesca un concilio de la provincia eclesiástica Tarraconense.Osdulfo asistió en 633 al IV y en 638 al VI Concilio de Toledo, mientras que Eusebio estuvo presente en el VIII Concilio de Toledo (653).[4]​ En la Vida de san Úrbez se mencionan dos obispos que vivieron entre los siglos VIII y IX, Nitidio y Frontiniano, que sin embargo no todos los autores admiten en la cronología oscense.En esta época se extendió por todo el territorio la vida eremítica, cuyos principales representantes fueron, además de san Úrbez, los santos Voto y Félix.[5]​ Hasta entonces, el territorio aragonés pirenaico, tanto cristiano como musulmán, dependía en lo eclesiástico de los obispos mozárabes de Huesca, que ejercían su labor pastoral tanto en tierras cristianas como musulmanas.La diócesis comprendía entonces el territorio del Pirineo central al norte, desde el valle de Ansó por el oeste hasta el río Cinca por el este, que a fines del siglo X era una zona parcialmente reconquistada y cristiana alrededor de dos núcleos aislados, el condado de Aragón (alrededor del valle del río Aragón y sus afluentes hasta el Roncal pamplonés) y el condado de Sobrarbe (alrededor del núcleo de Buil).La gran mezquita de la ciudad fue transformada en la nueva catedral diocesana.Desde esa fecha la vida religiosa de Huesca es mucho más conocida, incluyendo sus luchas por la supremacía de su sede en la zona central del Pirineo.Durante el siglo XIV la diócesis contó con una larga serie de obispos, unos quince, todos de nombramiento pontificio, que permanecieron poco tiempo en Huesca, considerada una sede de poca importancia, y trampolín hacia obispados más prestigiosos.Durante su largo episcopado se concluyó la construcción de la catedral.El rey Felipe II temiendo el avance del protestantismo en España a través de los Pirineos, propuso al papa que la extensa diócesis de Huesca y Jaca se dividiera en varias diócesis.La diócesis sufrió mucho por el anticlericalismo que asoló España durante el siglo XIX.El obispo Basilio Gil Bueno fue expulsado de la ciudad en 1868, se refugió en Zaragoza y pudo regresar a su diócesis en septiembre del año siguiente.
Real Basílica de San Lorenzo, en Huesca
Arciprestazgo de Almudévar Arciprestazgo de Ayerbe Arciprestazgo de Huesca Arciprestazgo de Monegros Arciprestazgo de Sesa-Berbegal Arciprestazgo de Somontano-Sobrarbe