Isidoro Aliaga

[9]​[10]​ Intentó imponer desde un primer momento la ortodoxia en la archidiócesis, oponiéndose a la mayor parte de sus fieles al condenar la devoción del padre Francisco Jerónimo Simón, y comenzó una lucha contra el capítulo metropolitano, con procesos judiciales abiertos contra algunos miembros, por no obedecer al prelado.

Estas actuaciones provocaron la animadversión del pueblo y en septiembre de 1613 se trasladó a Madrid para obtener la ayuda de su hermano, dejando a un sobrino suyo, Pedro Antonio Serra, como vicario general.

Permaneció en Madrid hasta inicios de 1615, regresando a Valencia cuando los conflictos ya estaban más calmados.

Éste se trasladó a Madrid para intentar minimizar los daños, donde permaneció sin conseguir ninguna mejora hasta junio de 1622, cuando regresó a Valencia y se encontró una inspección real que le pidió cuentas por su pasividad frente a comportamientos delictivos de miembros del clero.

[17]​ En las parcialidades entre los Inglesola y los Minvarte intentó, durante los años 1636 a 1637, establecer una tregua entre las partes.

Las sesiones tuvieron lugar en el salón principal del palacio episcopal y duraron 8 días, hasta el 24 de febrero.

[23]​ Durante su prelatura realizó otras dos visitas pastorales, sin ir personalmente, designando a delegados.