En el ámbito de la producción, se especializa en la dirección de producción, siendo sus trabajos más destacados los realizados en colaboración con el músico y realizador Juan Marigorta -Estudios Tripolares- y el cortometrajista Isaac Berrocal -Brincadeira Films-.
[1][2] Como realizadora, busca un lenguaje propio en los trabajos que dirige, para ello explora la no ficción, el ensayo cinematográfico o fílmico, el vídeo en primera persona, las vídeo correspondencias, el cine experimental, el found footage, el cine reciclado, etc.[1][21][30] Shakespeare no estuvo allí (2014), Presión, depresión, expresión (2015), Le Pasquín Poético (2016), La ranura (2019) y La espiral maravillosa.
[6] En 2010 creó una plataforma para la investigación audiovisual, Laboratorio Bambara, desde la que experimenta en campos como el timelapse, el stopmotion, la rotoscopia o el arte urbano.
El trabajo colectivo, ligado a las filosofías del copyleft, el software libre y el código abierto, son otros de los ámbitos de trabajo que aborda, colaborando con el proyecto apertus° en el ámbito del cine abierto.
[1][8][49][50][51][52] Proyecto del que surgen trabajos como el cortometraje surrealista La ranura (2019) y su ópera prima La espiral maravillosa.
[13] El trabajo toma formato de documental web, publicándose bajo una licencia Creative Commons, lo que permite su libre difusión y proyección.
[1][2][8][49][50][60][61][62][51][52] El proyecto aborda la vida de una pionera del cine, Leocadia Cantalapiedra (Salamanca 1890 – México 1952), en un momento de la historia en el que las mujeres tenían sus derechos más básicos limitados (como el acceso a la Universidad o el sufragio).
[64]La espiral maravillosa pone en valor historias de mujeres españolas como Concha Méndez, las hermanas Margarita Gil Roësset y Consuelo Gil Roësset, Zenobia Camprubí o Rosa Chacel,[39][64] así como cineastas tales como Alice Guy, Lois Weber, Germaine Dulac o Musidora.