En 1865 invadió Bután y en 1885 colonizó Birmania (dinastía Konbaung), ocupando por la fuerza todo el flanco sur del Tíbet.
Sin embargo, a Londres le alarmaba la acción emprendida por Younghusband bajo el patrocinio de Lord Curzon y buscaba apaciguar al gobierno Qing repudiando buena parte del acuerdo, lo cual dio lugar a la Convención Anglo-China de 1906.
El Tíbet político hace referencia a la entidad política gobernada continuadamente por los gobiernos chino y tibetano desde tiempos antiguos hasta 1951, mientras que el Tíbet étnico hace referencia a regiones al norte y al este donde históricamente los tibetanos fueron predominantes pero donde, hasta tiempos modernos, la jurisdicción tibetana fue irregular y limitada solo a ciertas zonas.
[9][10] El gobierno tibetano tuvo escaso contacto con otros gobiernos del mundo durante su etapa independiente de facto,[10] con algunas notables excepciones como India, Gran Bretaña y Estados Unidos.
[11][12] Esto dejó al Tíbet aislado diplomáticamente y desconectado hasta tal punto que no era capaz de formular posturas sobre asuntos sobradamente conocidos para la comunidad internacional[13] encontrándose restringido mediante tratados que conferían autoridad al Imperio Británico sobre impuestos, relaciones internacionales y fortificaciones.
[16] En 1949 empezó apresuradamente a tratar de modernizar y ampliar las mismas,[17] resultando fracasadas en gran parte dichas tentativas.
[12] Tanto la RPCh como sus antecesores del Kuomintang siempre habían mantenido que el Tíbet formaba parte de China.
[23] La RPCh, además, proclamaba una motivación ideológica: liberar a los tibetanos del yugo de un sistema feudal teocrático.
Aceptar dicha propuesta daría paso a la soberanía china de manera pacífica, mientras que rehusar significaría la guerra.
Tampoco hay necesidad de liberar al Tíbet del imperialismo, ya que no hay imperialistas británicos, estadounidenses o del Kuomintang en el Tibet y éste se encuentra bajo el gobierno y auspicio del Dalai Lama (no de poderes extranjeros)" - Tsepon W. D. Shakabpa[30]Ellos y su delegado principal, Tsepon W. D. Shakabpa, el 19 de septiembre, recomendaron cooperar, estipulando algunas cosas sobre cómo llevarlo a cabo.
Su verdadero propósito no era invadir el Tíbet sino apresar al ejército tibetano en Qamdo, desmoralizar al gobierno de Lhasa y así presionar fuertemente para que envíe negociadores a Pekín a firmar los términos de una entrega del Tíbet.
La propaganda china prometía que si el Tíbet fuera «liberado pacíficamente» los dirigentes tibetanos conservarían sus cargos y poder.
[47] Al mismo tiempo, Jigme y otros cautivos liberados dieron fe de haber sido bien tratados por los chinos.
La delegación china no ofreció negociación alguna aunque la RPCh declaró que permitiría al Tíbet hacer las reformas a su propio ritmo y manera, conservando el autogobierno en cuestiones internas y permitiendo la libertad religiosa.