[8] En la parte trasera del edificio y a la sombra de la montaña se encuentra el parque Zongjiao Lukang, zona verde con estanques.
[9][10] El origen del edificio se remonta al año 631, cuando el rey tibetano Songtsan Gampo construyó un palacio en el mismo lugar tras unificar a los reinos de la meseta.
Aunque el significado religioso pudo haber influido en la localización, el palacete se levantó en la montaña con fines militares y estratégicos.
[13] En el Potala actual dos capillas en la esquina noreste del recinto conservan partes de estas construcciones originales.
El quinto dalái lama asentó su autoridad gracias a la fundación de Potala, que sirvió como sede administrativa y religiosa.
[16] La estructura exterior quedó lista en tres años, en tanto que el interior, junto a todo el mobiliario, tardó otros cuarenta y cinco en completarse.
[18] En 1922 tuvo lugar una renovación del complejo bajo el mandato de Thubten Gyatso, decimotercer dalái lama.
[13] El palacio fue dañado moderadamente durante el levantamiento tibetano de 1959, cuando proyectiles chinos impactaron contra las ventanas.
El director de Potala, Qiangba Gesang, afirmó que solo emplearon componentes tradicionales y artesanías.
El palacio siempre tuvo usos seculares, e incluye habitaciones, oficinas, un seminario y una casa de imprenta.
[7] Este patio alberga la estupa dorada del octavo dalái lama, la sala de asambleas monacal, numerosas capillas y santuarios, y bibliotecas con importantes escritos budistas, como la Kangyur, con 108 volúmenes,[26][27] o la Tengyur, con 225 escritos en tinta dorada.
[28] El edificio amarillo al lado del Palacio Blanco alberga las grandes banderas con símbolos sagrados que se cuelgan en la fachada meridional durante los festivales de Año Nuevo.
En consecuencia se limitó un máximo de cinco mil visitantes diarios durante temporada alta y con un horario fijo estipulado.
Como consecuencia, los locales han llegado a reclamar que «los turistas chinos no respetan las tradiciones culturales».