Las ramblas del entorno habían acumulado así un largo historial de inundaciones en los siglos precedentes.
[1] El impacto habitacional fue mucho mayor, con ochenta casas derribadas entre San Martín, Villanueva de Jiloca y Murero, lo que dejaba otras tantas familias sin hogar.
[1] Singularmente Villanueva quedó incomunicada por el derrumbe del puente de la localidad.
[3] El recién inaugurado ferrocarril Central de Aragón quedó igualmente cortado entre Villafeliche y Báguena.
En Villanueva, particularmente, el párroco don Agustín encabezó una fuerte campaña para pedir auxilio a la beneficencia que encontró eco gracias al dramaturgo Eusebio Blasco.