Entre las religiosas estaban las vinculadas a la [[]] y las funciones de la religión cívica —flamines, aruspices, calendario romano, festividades romanas, pontificado, culto imperial, etc.—) sincretizadas con las de la religión griega (Interpretatio Romana) y otras religiones orientales y cultos mistéricos; que en los últimos siglos fueron sustituidas o asimiladas (Interpretatio Christiana)[2] por las surgidas del cristianismo primitivo.Las culturales, educativas y deportivas (como las vinculadas a la educación en la Roma Antigua, al teatro romano y otros espectáculos públicos —las luchas de gladiadores en el anfiteatro o las competiciones hípicas del circo romano, que suscitaban divisiones apasionadas—) constituían una parte esencial de la cultura y la vida cotidiana en la Antigua Roma.La mortalidad por epidemias, guerras, etc, había debilitado o diezmado a algunas gens cuyos individuos pasaron a la protección de otras gens más poderosas en virtud de clientes, potenciándose el poder privado.La gens Fabia pudo librar una batalla contra Veyes con un ejército integrado solamente por sus clientes, tras la caída de la monarquía.Otro sabino, Apio Erdonio, en el 460 a. C., era el pater de una gens que alcanzaba las 4000 personas, contando lógicamente a los clientes.Esta magistratura: la dictadura, tenía carácter extraordinario y su limitación en el tiempo era de seis meses.Los cónsules siempre patricios entre el 444 al 367 a. C., se vieron obligados por la complejidad de las tareas militares, administrativas y jurídicas a delegar en parte sus competencias en una serie de colaboradores que eligieron entre los tribunos militares.Creados los tribunos consulares, los plebeyos añadieron la nueva magistratura a sus objetivos y ciertamente esta resultó ser más abierta que el consulado, ya que a partir del 400 a. C. ya hay constancia de plebeyos entre los tribunos consulares.Inicialmente, parece que estos decemviros contaron con el apoyo de todos los ciudadanos.Al año siguiente se eligió una segunda comisión de decemviros, puesto que la tarea no había sido terminada.En esta segunda comisión había bastantes plebeyos, pero su gobierno degeneró en tiranía e intentó, en el 449 a. C. continuar en el poder.Los emperadores continuaban siendo elegidos regularmente como cónsules y como censores, manteniendo la tradición republicana.Durante el Segundo Triunvirato, el Estado llegó a tener unos 500.000 soldados, lo que exigía unos elevados gastos de mantenimiento.Una legión contaba con 5.000 a 8.000 soldados y las unidades militares también eran de variada composición.Si tanto pretorianos como legionarios eran ciudadanos romanos, los pretorianos eran reclutados en Italia, mientras había ya legionarios procedentes de las provincias; los libres provinciales sin derecho de ciudadanía formaban las tropas auxiliares.Los componentes de la armada eran libertos y, como remeros, se empleaba también a esclavos.Mientras estaban en activo no podían contraer matrimonio legítimo ni formar asociaciones.Al comenzar a escasear las tierras del Estado para ser repartidas entre los veteranos, Augusto creó el erario militar con aportaciones económicas propias y destinando al mismo el cobro de algunos impuestos indirectos.El soldado licenciado recibía una recompensa económica de ese erario, que le permitía emprender su nueva vida como civil.Tales efectivos militares reducidos iban acordes con la política de fronteras mantenida por Augusto: su objetivo fue fijar los límites del territorio imperial frente a barreras naturales (ríos, desiertos o mares).Para reforzar esa medida estratégica, se sirvió del apoyo de Estados amigos, realmente clientes, que con sus propios medios protegieran algunas fronteras más inestables.Así, Capadocia, Galacia y Judea pasaron a ser dominios romanos en época de Augusto.[5] Augusto estableció una nueva administración para Roma, en Italia y en las provincias imperiales que se mantuvo durante todo el periodo del Alto Imperio.
Senatus Populusque Romanus
(Senado y Pueblo de
Roma
).