Caso Baltimore

Tras la Guerra del Pacífico (1879-1884), Estados Unidos no veía con buenos ojos a Chile debido al fracaso de la diplomacia estadounidense en lograr un consenso entre los países beligerantes.Estados Unidos, que había apoyado al depuesto José Manuel Balmaceda, amenazó a Chile con declarar la guerra si el nuevo gobierno chileno no obedecía un ultimátum y aceptaba las condiciones impuestas contrarias a lo que los tribunales de justicia chilenos habían determinado.Por otra parte, el canciller argentino Estanislao Zeballos, ofreció ayuda material y moral al gobierno de los Estados Unidos para invadir militarmente Chile en dos frentes.UU fomentaba la guerra y que en caso de ganar los balmacedistas la influencia británica disminuiría.Esto aumentó la tensión entre el nuevo embajador estadounidense y el nuevo gobierno, tanto por las sospechas chilenas de posibles conspiraciones que estarían organizando los asilados como a las sospechas estadounidenses de que las protestas frente a las legaciones eran orquestadas por el gobierno chileno.El acto demostraba el profundo malestar de la tripulación del buque estadounidense, obligado a permanecer en el mar, sin bajar a los burdeles de Valparaíso mientras duró la Guerra Civil, por las profundas tensiones entre Estados Unidos con las fuerzas congresistas.Cuando el ministro Manuel Matta supo de la referencia solicitó al entretanto representante del gobierno de Chile, Pedro Montt Montt, que corrigiese en duros términos las incriminaciones del presidente Harrison a Chile sobre errores, imprecisiones deliberadas, supuestos peligros para los balmacedistas asilados en las legaciones y supuestas provocaciones deliberadas a Egan en Chile.Montt, advirtiendo el peligro de quiebre diplomático que se cernía sobre las relaciones entre ambos países, no transmitió el mensaje a Harrinson.Ross ya había informado que de ninguna potencia europea podría esperar ayuda.El «padre del poder naval» en persona Alfred Mahan habría sido convocado a Washington para consultas.Pero su apología del canciller argentino resulta débil e inconsistente pues Etchepareborda no pudo encontrar ninguna prueba clara para defenderlo.especializados en este conflicto ha señalado que «Buenos Aires demostró una duplicidad infraternal con el generoso ofrecimiento de bases argentinas a los americanos para atacar Chile».En 1902, Zeballos justificó el carácter exclusivamente «moral» de su acercamiento a Washington en los siguientes términos: El Ministro Quesada negó reiteradamente en sus memorias diplomáticas y en declaraciones públicas haber recibido instrucciones para proponer a la Secretaría de Estado una alianza, lo que hubiera ido contra sus convicciones más arraigadas y su pensamiento íntimo sobre el desarrollo del proceso diplomático generado por el íncidente de Valparaíso, según está documentado en sus informes reservados remitidos a la cancillería argentina.El representante peruano en Washington al comunicar a su gobierno estas referencias subraya la falsedad de las mismas en términos categóricos.Las versiones que entonces tomaron vuelo constituían un recurso no infrecuente en las operaciones que se cumplen en la arena internacional.» El día 25 de enero el presidente Jorge Montt había resuelto con su gabinete ceder ante las presiones y disculparse por los incidentes, por la demora en la investigación y retirar expresamente las instrucciones enviadas al embajador Pedro Montt y expresado su acuerdo en que la Corte de los Estados Unidos investigase los hechos.Para Chile, que había obtenido una contundente victoria en la Guerra del Pacífico en 1883, fue un amargo despertar.Manuel A. Matta escribió en 1892 poco antes de morir: tales actos solo pueden tener fin cuando... se levante la opinión pública y dé vida a un derecho internacional en el hemisferio que coloque al poderoso y al débil a un mismo nivel.
Un niño travieso que destapa una caja de sorpresas. En el sable aparece la inscripción "El susto de la guerra con Chile". Una revista estadounidense publicó esta caricatura de Patrick Egan para criticar su temeraria política ( Harper's Weekly , 14 de noviembre de 1891).
Ilustración del incidente ocurrido en Valparaíso.
Caricatura en donde el tío Sam amedrenta con castigar a un pequeño Chile. En revista Puck , enero de 1892.