Ignacio Martín-Baró

[2]​ Su obra tiene en la actualidad una influencia notable entre investigadores, ideólogos y académicos de distintas posiciones alrededor del mundo.

Después de eso, viajó a Bogotá, donde estudió Filosofía en la Pontificia Universidad Javeriana, gestionada por los Jesuitas.

Entre los años 1971 y 1974 fue Jefe del Comité editorial de la revista Estudios Centroamericanos (ECA).

En su disertación doctoral, escribió sobre la densidad poblacional de las clases sociales bajas en El Salvador.

En la SIP recibe el "Premio Interamericano de Psicología" póstumo en 1991 y aparece entre los entrevistados para el video documental "Psicología Interamericana" dirigido por Marcelo Urra, que conmemora los 50 años de esta Sociedad.

Además fue asesinada una mujer (Elba Ramos ) y su hija menor de edad (Celina) que trabajaban en la residencia donde habitaban los sacerdotes.

Montano no pudo ser juzgado por el asesinato del jesuita salvadoreño Joaquín López y López, por Elba Ramos y su hija Celina porque no había sido extraditado por Estados Unidos para ser juzgado por estos hechos.

[5]​ Martín-Baró propuso y defendió la tesis de que la psicología debería establecer una estrecha relación con las condiciones sociales e históricas del territorio donde se desarrolla y, asimismo, con las aspiraciones de las personas que en él residen.

Creía que los estudiantes de psicología deberían aprender a analizar el comportamiento humano en los contextos específicos en los cuales se desarrollaban y no en escenarios artificiales.

Martín-Baró tuvo una reconocida habilidad para integrar diversas teorías y cuestionar las creencias tradicionales.

El año 1986, en un esfuerzo por impulsar la psicología social y contribuir a 'des-ideologizar' la realidad en el El Salvador, un país políticamente polarizado, emprendió con entusiasmo la fundación del Instituto Universitario de Opinión pública (IUDOP), e inició un innovador trabajo de análisis de la opinión pública salvadoreña sobre los importantes procesos y problemas sociopolíticos que ocurrían en su país.

Por otro lado, impulsó que la obra de Martín-Baró sea conocida alrededor del mundo ya que hasta ese momento sólo era reconocida en el mundo hispanohablante y en algunos sectores reducidos de los Estados Unidos.

Escultura homenaje a los dos jesuitas vallisoletanos Segundo Montes e Ignacio Martín-Baró, asesinados en El Salvador en la calle Simón Aranda de su ciudad natal.
Mural de los mártires de la UCA