Olla de hierro

Cuando se cocina sobre un fuego en el campo, es posible usar ollas de hierro como auténticos hornos, para preparar galletas, pasteles, pan, pizzas e incluso tartas.

Una pequeña bandeja puede meterse en su interior, reemplazándola por otra a medida que se van cociendo los lotes.

También es posible apilar ollas de hierro, hasta 5 o 6, conservando así el calor que normalmente se perdería.

[3]​ Tras su uso, las ollas suelen limpiarse como los demás utensilios de hierro: con agua hirviendo y cepillando, usando poco o ningún jabón.

[5]​ Las ollas de hierro modernas diseñadas para usarse en cocinas u horno suelen tener un fondo liso y una morfología más similar a las cazuelas.

[7]​ En Sudáfrica, un potjie (‘cazuelita’ en afrikáans o neerlandés) es una olla tradicional redonda de hierro fundido con tres patas.

Ollas y cazuelas de metal, en una cocina de Costa de Marfil alimentada a gas.
Olla de hierro de los años 1890. Adviértanse los restos de ceniza en la tapa.
Una olla de hierro fundido Wagner sobre una trébede (izquierda) y una olla esmaltada de Le Creuset.
Platpotjie de hierro fundido.