Historia de Miranda de Ebro

Plinio el Viejo menciona los diez más importantes del territorio de los autrigones que son: Virovesca (capital), Tritium, Deóbriga, Uxama Barca, Salionca, Segisamunculum, Vindeleia, Segontia Paramia, Antecuia y Flaviobriga.

Al parecer los autrigones acataron el dominio romano, pero no se ha encontrado ninguna constancia de enfrentamiento.

Se conoce la existencia de unos miliarios galos desaparecidos que debieron estar en las calzadas próximas a Ircio y Cabriana.

El resto de la península pasó a manos visigodas con capitalidad en Tolosa (Toulouse, actual Francia).

Las oleadas de conquista se sucedieron con posterioridad, pero en este caso para ocupar espacios donde dominaba todavía el Imperio romano.

En la Crónica Albeldense se menciona la famosa expedición que llevó a cabo Alfonso I, rey de Asturias por la ribera del Ebro en el año 757.

En dicho relato se refieren las localidades destruidas: Miranda (actual Miranda de Ebro), Revendeca, Carbonaria, Abeica (Ábalos, desde donde cruzó el Ebro), Brunes (podría ser Briones pero no es del todo seguro), Cinissariam (actual Cenicero) y Alesanco.

Con esta expedición se pretendía crear un desierto estratégico para refugiar el Reino astur al norte de la Cordillera Cantábrica.

La comarca mirandesa sufrió numerosas embestidas por parte de Abderramán I hasta el siglo IX, cuando comenzó la repoblación llevada a cabo por campesinos y dirigida por eclesiásticos.

A partir del año 951, este conde tuvo fuertes choques con la monarquía navarra con quien competía por el control de Álava.

Después de Sancho García le sucedió su hijo García Sánchez que se mantuvo como conde castellano hasta su asesinato en 1028 en León, momento en que su tutor, el monarca navarro, aprovecha para tomar el poder del Condado de Castilla.

Tanto en este caso como en el riojano, Alfonso VI señaló su validez para los pobladores ya asentados y para quienes llegarán en el futuro, debiendo someterse a su articulado tanto los hispanos como los francos, los moros y los judíos.

Su estado en muchas ocasiones fue lamentable debido a las embestidas del río, y era entonces cuando el concejo pedía ayuda al monarca para su reparación.

En 1529 la villa recurrió ante el rey para que no fuese la capital quien nombrase al corregidor mirandés.

En los escritos burgaleses siempre se referían a la villa de Miranda como nuestros vasallos, término que no agradaba en la ciudad del Ebro.

En 1630 hubo nuevos pleitos cuando los mirandeses se negaron a reconocer la jurisdicción del corregidor de Burgos sobre la villa.

Los mirandeses impidieron entonces que las fuerzas invasoras traspasasen la barrera natural del río, volviendo los franceses sobre sus pasos.

Esta distinción vino motivada debido al auge que la ciudad había tomado en los últimos años gracias a la llegada del ferrocarril.

A pesar del inmenso avance que ofrece la ciudad, se produjeron algunos altibajos como el ocurrido en 1917 con una huelga general de los trabajadores ferroviarios.

La ciudad permaneció durante la guerra en la retaguardia del Frente Norte y algunos edificios pasaron a ser utilizados por los militares.

El primer alcalde fue José Luis Anuncibay Fuentes, del Partido Socialista Obrero Español, pero quien marcó una época fue Julián Simón Romanillos, del mismo partido, que ocupó el cargo durante 14 años (de los cuales 12 fueron ininterrumpidos).

Más tarde llegó cierta inestabilidad política con varios movimientos en el cargo y alguna moción de censura.

Este aumento en el presupuesto municipal quedó reflejado en las nuevas infraestructuras que Miranda ganó a comienzos de siglo: alcantarillado público, asfaltado de calles, matadero, un parque en el centro, la alhóndiga y otras muchas mejoras que convirtieron a Miranda en una ciudad bien equipada.

En 1925, la implantación de una fábrica azucarera en la ciudad gracias al empresario alemán Leopoldo Lewin, mejoró las expectativas del mundo rural mirandés.

Las pastas celulósicas ganaron fuerza y FEFASA se desmarcó hacia la producción de papel.

Las fibras sintéticas se impusieron sobre las artificiales, y para atender la producción de éstas, FEFASA decidió en 1965 construir Industrias Químicas Altamira, S. A.

Cuando se construyó la chimenea principal de la fábrica (1947-1948), era el edificio industrial más alto del país.

Otras muchas empresas se instalaron en la ciudad gracias al foco de atracción que suponía FEFASA.

Si el nuevo siglo comenzó con un gobierno local de derechas, la primera década terminará con signo izquierdista.

En este nuevo centro, que se ubicará junto al albergue Fernán González, los jóvenes talentos podrán desarrollar sus facultades artísticas.

Distribución de las diferentes tribus según Ptolomeo.
Vista general de los restos arqueológicos de Deóbriga encontrados durantes las obras de construcción de una carretera en 2010.
Restos del yacimiento de Arce-Mirapérez .
El movimiento eremita fue abundante en los montes de toda la zona.
Ducado de Vasconia bajo Odón el Grande (c. 710-740), posible origen de la vasconización tardía .
El nuevo reino de León en el año 910.
Rollo de justicia.
La península en 1030. Reinado de Sancho III El Mayor , de Nájera - Pamplona , enterrado en el monasterio de San Salvador de Oña , en plena Bardulia . En esa misma región se han encontrado los Cartularios de Valpuesta y las Glosas Emilianenses . Sustrato vasco en lenguas romances , documentado por la mirandesa Fundación Cantera . [ 6 ]
Estatua de Alfonso VI.
Castillo.
Representación de la villa y fortaleza de Miranda entre 1487 y 1497.
Antigua ubicación de la casa del Concejo
Ábside de la iglesia del Espíritu Santo (siglo XIII )
Escudo de Miranda de Ebro (tradicional)
Bandera de Miranda de Ebro
Margarita de Saboya falleció en la Casa de los Urbina de Miranda de Ebro en el año 1655. Retrato de Frans Pourbus .
Espadaña de la iglesia de Sagrados Corazones.
Casa de las Cadenas (en primer término) y Casa de los Urbina (al fondo), ambas del sigo XVI.
Grabado de Miranda de Ebro realizado en 1862. Se aprecia el puente medieval anterior al de 1777
Representación de las tropas carlistas y Txapelgorris en Miranda de Ebro.
Miranda fue fundadora de la Hermandad de Haro [ 17 ] ​ (1296), la Hermandad de Álava [ 18 ] [ 19 ] ​ (1463) (peticiones de reincorporación en 1646 y 1742) y formó parte de la Provincia de Álava en la primera división provincial de España (1822).
Vista de la estación de tren.
Monumento a las Víctimas de la Represión Franquista, en el parque Alcalde Emiliano Bajo (2008).
Plano de Reforma y Ensanche de Federico Keller (1903)
En los años 50 del siglo XX se estableció una fábrica papelera, que construyó un nuevo barrio de estilo ciudad-jardín para sus empleados.
Miranda de Ebro en la actualidad.