Miembro de una familia numerosa y empobrecida, pasó hambre.
Cuando tenía 14 años se afilió al sindicato de sus hermanos, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), y luego a las Juventudes Libertarias (JJLL).
Cuando estalló la sublevación militar, luchó como sargento y teniente en los batallones "Isaac Puente" y "Durruti" hasta que cayó prisionero el 16 de junio de 1937 entre Urbi (Basauri) y Arrigorriaga (Vizcaya).
Una vez muerto Franco, reactivó su militancia, convirtiéndose en el alma de la CNT local.
En 1990 fue observador en el Congreso de Bilbao y tres años después participó en el Certamen Anarquista Mundial (CAM) de Barcelona.