A pesar de que son prácticamente imprescindibles para evitar lesiones graves, presenta diversos inconvenientes.
Su primer prototipo fue desarrollado en 1985 y fue sometido a las pruebas de choque en 1989, logrando reducir la energía liberada tras el impacto en un 80%.
En el año 2003, el gobernador estaba compitiendo en una carrera benéfica, cuando perdió el control de su vehículo impactando contra el muro a unos 200 km/h.
Finalmente Alonso solo sufrió un dolor en la pierna, y se salvó de haberse hecho mucho daño en el cuello gracias a éste aparato.
Tras realizar un examen médico en el hospital solo se le detectaron algunas contusiones y un esguince de tobillo.
[3][4] Unas semanas más tarde en la GP2 Series, en el circuito francés de Magny-Cours, Ernesto Viso sufrió un accidente al salir volando su monoplaza e impactar contra un muro.
Ese mismo año en Argentina, el piloto de TC 2000 Carlos Okulovich, en el Autódromo Eduardo Copello, tuvo un accidente frontal contra un paredón, chocando a 158 km/h.
El piloto argentino afirmó años más tarde que de no ser por el HANS hubiese perdido la vida en el impacto.
Al golpear el suelo, sufrió un fuerte golpe seco en la espalda que le fracturó dos vértebras (y además después chocó fuertemente contra los neumáticos), pero el HANS le habría salvado de posibles lesiones en el cuello.
Ese mismo día, ya en la carrera de Fórmula 1, ocurrió un accidente prácticamente idéntico al sucedido en la mañana.
El australiano Mark Webber impactó contra la parte trasera del coche de Heikki Kovalainen e hizo un looping en el aire, para a continuación dar una vuelta de campana en el suelo y posteriormente chocar a gran velocidad contra las protecciones.