[1] En ocasiones, la función ceremonial es la más destacada, evidenciándose en lo disfuncional de determinados requisitos rituales para la guerra o el combate.[6] La guerra ritualizada o endémica es un fenómeno común en las sociedades tribales, pero algunas de ellas desarrollan un énfasis particular en la cultura guerrera.Roger Caillois señaló que la guerra tribal es más frecuente entre los nómadas y en zonas montañosas.Las guerras floridas o Xochiyáoyotl del México prehispánico son un ejemplo muy elaborado, que incluía la antropofagia ritual; mientras que los enfrentamientos entre los incas formaban parte de un complejo ritual sucesorio (luchas entre Huáscar y Atahualpa).[14] Entre los árabes, particularmente en las tribus nómadas del desierto (beduinos), las prácticas de guerra tribal ritualizada fueron señaladas por Ibn Jaldún.Las sociedades comunales son bien capaces de escaladas bélicas que puede llegar a la aniquilación entre tribus.Por último, el estadio superior de la escalada, denominado Nomohoni, es la masacre total provocada por la traición.
Porcentajes de hombres muertos en guerras en ocho sociedades tribales (fuente: Lawrence H. Keeley,
War Before Civilization
).
Guerrero con casco, escudo y maza, representado en una vasija ceremonial de la
cultura moche
.
Danza de guerra
maorí
representada en una ilustración de Joseph Jenner Merrett, ca. 1850.
Beduinos
armados en una fotografía de 1909. La fascinación de los colonizadores occidentales por las prácticas de guerra ritual entre las tribus árabes del desierto están muy plásticamente representadas en la vida y obra de
Lawrence de Arabia
.
El festival del valle de
Baliem
, en la
provincia indonesia de Papúa
, congrega a las diversas tribus de las tierras altas de
Wamena
, como los
dani
, los
yali
y los
lani
, para representar una guerra simulada, bailes tradicionales, carreras de cerdos y competiciones de instrumentos tradicionales.
En el paso
Wagah-Attari
de la conflictiva
frontera entre Pakistán e India
se representa diariamente desde 1959 una vistosa ceremonia en la que soldados de cada país se acercan marcialmente con una gestualidad exagerada y llamativos uniformes. A pesar de su aparente carácter de desafío o intimidación, no se llega a la violencia.