Guerra de San Sabas

Esas tierras pertenecían al monasterio de San Saba, pero fueron reclamadas tanto por genoveses como por venecianos.

En 1257, el almirante veneciano Lorenzo Tiepolo rompió la cadena que guardaba la entrada del puerto de Acre y destruyó varios barcos genoveses, conquistó la tierra en disputa y destruyó las fortificaciones de San Saba.

El conflicto desgastó a ambas repúblicas y en 1261 se firmó una frágil paz, aunque los genoveses estaban todavía fuera de Acre.

Mientras, los genoveses se acercaron a Miguel VIII Paleólogo, emperador de Nicea.

Después de este asalto, en 1264, los venecianos volvieron a Tiro para conquistarla, pero se retiraron cuando esta recibió refuerzos.

La guerra continua entre Génova y Venecia tuvo un gran impacto negativo en la capacidad del Reino para resistir las amenazas externas a su existencia.