Plasencia de Antioquía

Su hijo el infante Hugo II, se convierte en rey de Chipre con Plasencia como regente.

El rey oficial de Jerusalén en esa época era Conrado de Hohenstaufen, quien estaba ausente y fallece en 1254, y su título pasa a su hijo Conradino, también residente en Alemania.

En 1258, el hermano de Plasencia Bohemundo VI de Antioquía lleva a Hugo y a Plasencia a Acre y exige que sean reconocidos como rey y regente de Jerusalén respectivamente, alegando que Conradino desde Alemania no podía administrar el reino.

Juan de Ibelín (conde de Jaffa), los caballeros Templarios, y los caballeros Teutónicos apoyan esta moción, mientras que los caballeros Hospitalarios y otros juristas se oponen ya que aún deseaban que Conradino fuera reconocido rey, aunque no estuviera presente en el reino.

Es posible que el papa Urbano haya escrito la bula papal Audi filia et a Plasencia expresando su desaprobación sobre esta relación.