Gaspar de Haro y Fernández de Córdoba

Para satisfacer el deseo del papa de verlo cuanto antes y aconsejado por los cardenales españoles, hizo su solemne entrada pocos días más tarde, yendo a besar el pie de Su Santidad.

En primer lugar, al comienzo de su embajada el marqués mandó construir suntuosas carrozas y encargó ricos trajes para sus criados por un importe de 60 000 escudos, pretendiendo que la Cámara Apostólica le abonase el 12 %, es decir, 7200 escudos, cifra exorbitante en comparación con las pagadas a sus predecesores.

sin él», pero en otras ocasiones la corte pidió moderación a su representante, ya que se creía perjudicial para los intereses de España irritar al papa con pretensiones consideradas secundarias ya que estas implicaban, además, el reconocimiento de análogos privilegios al nuncio en Madrid.

Don Gaspar es, sobre todo, recordado por ser un gran mecenas y un refinado hombre de cultura.

Por otra parte, entró en contacto con artistas, con los que mantuvo un trato muy estrecho cuando se estableció en Nápoles, como Luca Giordano y el arquitecto Philip Schor.

En Roma la actividad del marqués del Carpio no se limitó a incrementar su colección personal o la de su soberano, sino que también tuvo un perfil público.

Una imagen que no puede reducirse ni a su afición por la pintura del pasado, aunque en sus colecciones había, entre otras, obras atribuidas a Leonardo da Vinci, Giovanni Bellini, Giorgione, Tiziano, Tintoretto, Veronés, Bassano, Palma el Joven, Rafael, Parmigianino, Federico Barocci, y Caravaggio, sino también por las obras de su siglo desde Annibale Carracci, Velázquez, Rubens y Van Dyck a Paul Brill, Joos de Momper, Poussin, Pier Francesco Mola, Ciro Ferri y Domenichino, y que presentan a su poseedor como el típico coleccionista a gran escala del Barroco preocupado no solo por las pinturas de sus galerías madrileña o romana, sino también por el alhajamiento de las mismas con un número muy significativo de esculturas en mármol (fueran o no antiguas), bufetes, ornamentos en pórfido, etc.

Gaspar de Haro en un grabado del siglo XVII (Biblioteca Nacional de España).
El marqués del Carpio en un grabado de finales del siglo XVII (Biblioteca Nacional de España).