Difteria

La difteria (del griego διφθέρα, diphthéra "membrana", llamada antiguamente garrotillo y algunas veces cuero)[1]​ es una enfermedad infecciosa aguda epidémica, ocasionada por la exotoxina proteica producida por Corynebacterium diphtheriae (bacilo de Klebs-Löffler).

Suele afectar a las amígdalas, garganta, nariz, miocardio, fibras nerviosas o piel.

[5]​ El diagnóstico a menudo se puede hacer basándose en el aspecto de la garganta con confirmación por cultivo microbiológico.

[3]​Se recomiendan más dosis de la vacuna contra la difteria y el tétanos cada diez años.

[3]​La difteria puede prevenirse en las personas expuestas, así como tratarse con los antibióticos eritromicina o bencilpenicilina.

[6]​ En la actualidad, la difteria se da con mayor frecuencia en África subsahariana, India e Indonesia.

[12]​ Esta enfermedad infecciosa provoca, entre otros síntomas, ardor en la garganta al pasar la comida, dificultad al respirar o estados de choque inminente (piel fría, inquietud, fiebre, exudado mucoso grisáceo).

[14]​ La toxina diftérica (DT) sólo es producida por C. diphtheriae infectada con cierto tipo de bacteriófago.

Ciertas proteasas, como la tripsina, escinden selectivamente la DT para generar dos cadenas peptídicas, el fragmento aminoterminal A (DT-A) y el fragmento carboxilo-terminal B (DT-B), que se mantienen unidos por un enlace disulfuro.

Esto indica a la célula que internalice la toxina dent|ro de un endosoma mediante endocitosis mediada por receptor.

Dentro del endosoma, la DT es dividida por una proteasa similar a la tripsina en DT-A y DT-B.

[13]​[20]​[21]​ Las personas no tratadas infectadas con difteria suelen ser contagiosas durante las primeras dos semanas, y menos frecuentemente más allá de cuatro.

Su utilidad principal es acelerar la desaparición del germen en los individuos curados que siguen siendo portadores.

Un ejemplo de la seudomembrana densa y gris que cubre las amígdalas en un ejemplo clásico de difteria.