Francisco de Sousa, marqués das Minas

Para impedir nuevas expediciones enemigas contra Valença, ordenó construir un fuerte cerca de esta villa, que guarneció con 400 hombres, y al año siguiente, teniendo sólo 8.000 infantes, 1.000 caballos y siete piezas de artillería, y aún teniendo que destacar algunas tropas para ayudar según las circunstancias, o Viana o Caminha, que habían sido amenazadas por una flotilla española, maniobraron rápidamente en el flanco derecho del enemigo, y siempre impidiendo los proyectos y designios del oponente con movimientos rápidos y correctos, desconcertaron completamente a todos los planes de Baltasar Pantoja, jefe de los castellanos; que finalmente regresó a Galicia, diciendo en tono de broma que había sido maestre general de los dos ejércitos beligerantes, porque no sólo preparaba alojamiento para él, sino también para las tropas portuguesas, tal era la rapidez con la que el Conde del Prado adivinó sus pensamientos y aparecía al frente o a su lado para contrarrestarlos.En 1663 el Conde de Prado, ayudado por el Conde de São João, que gobernaba en Trás-os-Montes, tomó la ofensiva, y cruzando el río Miño tomó posesión del fuerte de Goian, y de esta manera infundió gran espíritu a la habitantes de la provincia, cuyo mando le había sido confiado, y que, al verse libres de la guarnición enemiga en sus tierras, se encontraron con gran alegría y entusiasmo transformados en invasores de Galicia.En 1665 los éxitos militares en esta frontera fueron aún más importantes, porque el Conde de Castelo Melhor, hábil ministro de Alfonso VI, sin dormirse en los laureles de las victorias que se debían en gran parte a los fructíferos esfuerzos de su inteligente administración, reconociendo que no había ninguna empresa que valiera la pena por parte del Alentejo que pudiera emprenderse, envió grandes refuerzos al Miño, por lo que el ejército de esa provincia pudo retomar la guerra ofensiva con más vigor que en años anteriores.El Conde del Prado, cruzando de nuevo la frontera, el 13 de octubre de 1665, arrasó el fértil distrito que se extiende entre Tuy y Laguardia, y sitió esta última plaza, que está frente al mar, y que al cabo de veinte días se rindió a las tropas.El Conde de Ericeira, en su Portugal Restaurado dice: "Se na província do Alentejo se pelejou com mais força, na de Entre-Douro-e-Minho com mais arte; se aquela província seguiu a escola de Marcelo, esta a de Fábio, ficando por este respeito ilustrada a província do Alentejo em vencer batalhas, a de Entre-Douro-e-Minho em defender terrenos".