La séptima participación francesa vio a un seleccionado fuerte pero golpeado, tras su perfomance anterior y habiendo ganado el reciente Torneo de las Seis Naciones 2010.
[1] La convocatoria generó una inmensa polémica en su país, cuando excluyó de la selección a los históricos: Sébastien Chabal, Yannick Jauzion y Clément Poitrenaud.
Francia cambió radicalmente su actitud para Le Crunch y eliminó a los británicos, tras imponerse 16–0 en la primera mitad.
Las semifinales los citó ante los Dragones rojos del entrenador kiwi Warren Gatland, quien alineó: Gethin Jenkins, Alun Wyn Jones, el capitán Sam Warburton, Mike Phillips, James Hook y la estrella Shane Williams.
Para el mundo en general, Francia no tenía oportunidad contra el anfitrión ni su juego durante el torneo hubiera merecido la consagración.