Confessions on a Dance Floor

Inicialmente, la intérprete comenzó a trabajar con Mirwais Ahmadzaï e incluso grabó dos temas para el álbum.Musicalmente, el álbum está estructurado como el repertorio de un DJ, ya que las canciones están «fusionadas» de manera que suenan continuamente sin ninguna pausa o espacio.Sin embargo, Madonna posteriormente explicó que la canción fue nombrada así en honor a Yitzhak Sinwani, quien aparece como vocalista invitado en la misma.Los críticos contemporáneos aplaudieron el álbum, así como la dirección musical de Price, y lo llamaron el «regreso de Madonna»,[2]​ destacando la forma en que la cantante escogió buscar inspiración en la música dance que la había convertido en una estrella desde un principio.[1]​ Esta temática resultó ser completamente opuesta a la incluida en su anterior producción, American Life (2003).En relación con el desarrollo del disco, Madonna comentó: La cantante comenzó a trabajar con Mirwais Ahmadzaï, con quien anteriormente había producido su álbum Music (2000).[1]​ Sin embargo, esta colaboración no se ajustó a la dirección musical de Madonna.[4]​ De este modo, tras grabar dos canciones con Mirwais, Madonna decidió detener el proyecto y empezar desde cero.[1]​ Aunque comenzaron a trabajar con la intención de crear la banda sonora para una película, estos planes se desecharon.[1]​ De acuerdo a la cantante, fue fácil para ella alejarse de los sentimientos del álbum anterior, dado que había incluido sus perspectivas políticas en su documental I'm Going to Tell You a Secret.Afirmó: En una entrevista con Billboard, Madonna comentó que el proceso de grabación fue una situación recíproca.Según ella, Price solía estar despierto toda la noche trabajando en las canciones, aunque el hecho de que él es un dj y estaba acostumbrado a estar despierto toda la noche le ayudó a manejar la situación.[4]​ Musicalmente el álbum está estructurado como el repertorio de un dj, ya que todas las canciones están secuenciadas de tal manera que no existen pausas ni silencios entre ellas.[1]​ Sin embargo, el tema fue criticado severamente por un grupo de rabinos israelíes quienes comentaron que Madonna estaba cometiendo una blasfemia con su religión; aseguraban que la canción trataba sobre el estudioso de la cábala del siglo XVI Yitzhak Luria.[3]​ En realidad, la canción fue llamada así en honor a Yitzhak Sinwani, el cantante invitado quien interpreta los fragmentos en hebreo.En otros temas como «Sorry», donde se incluye el título en diez diferentes idiomas, existe una fuerte influencia de la música electrónica contemporánea.Las canciones interpretadas incluían «Hung Up», «Get Together», «Sorry», «I Love New York», «Ray of Light», «Let It Will Be» y «Everybody».[8]​ En mayo de 2006, el álbum recibió una mayor promoción cuando dio comienzo la gira Confessions Tour.[12]​ Como una táctica de mercado común en la industria musical, se publicaron varias ediciones especiales del álbum.[13]​ También se lanzó Confessions on a Dance Floor (Unmixed), una edición promocional en la que las pistas no están «fusionadas», es decir, con pausas entre cada una de ellas.[17]​ Los críticos afirmaron que era su mejor canción dance hasta la fecha y lo compararon con sus sencillos anteriores del mismo género.[16]​ En Estados Unidos le dio a la intérprete su 36° éxito dentro del top 10, empatando con Elvis Presley.[nota 1]​[19]​[20]​ El video correspondiente fue un tributo a John Travolta, sus películas y sus pasos de baile en general.[36]​ Madonna utilizó una peluca rubia y un atuendo de cuero para el video musical.[41]​ Del mismo modo Peter Robinson del Observer Music Monthly declaró que el álbum se coloca a la altura de otros de sus trabajos como True Blue (1986) y Like a Prayer (1989).[42]​ Stephen M. Deusner de Pitchfork Media mencionó que con el álbum «Madonna se reinventa de nuevo, y parece que casi lo hace totalmente»; según Deusner, la música también la hace parecer más joven.[44]​ Kelefa Sanneh del diario The New York Times calificó al álbum como «exuberante»,[48]​ al mismo tiempo que Christian John Wikane, del sitio web PopMatters.com, dijo que el disco «probó que Madonna, acercándose a los 50 años de edad, es una fuerza vital en el paisaje siempre en expansión de la música popular».[49]​ Joan Morgan de The Village Voice hizo notar que «con Confessions on a Dance Floor, Madonna por fin encuentra su equilibrio musical.[50]​ Por otro lado, Josh Tyrangiel de la revista Time comentó que «en la música dance, las palabras existen para ser repetidas, dobladas, oscurecidas y resucitadas.[51]​ Finalmente, Jason Shawhan del mismo sitio web llamó al álbum su disco más divertido desde True Blue (1986).
Madonna interpretando « Jump » en el Confessions Tour . La canción, que habla sobre la autoestima y el apoyo, fue lanzada como el cuarto sencillo del álbum.
Madonna interpretando «I Love New York» en el Confessions Tour . La canción habla de su amor por la ciudad de Nueva York .
Madonna junto a Yitzhak Sinwani en una presentación del Confessions Tour . Sinwani también acompañó a la cantante en «Isaac», tema que lleva su nombre.
Madonna y sus bailarinas durante el Confessions Tour . Al igual que el álbum, la gira incluyó varias referencias a la música disco de los años 1970 y 1980, en este caso John Travolta y sus pasos de baile en la cinta Saturday Night Fever .
Madonna interpretando el sencillo principal del álbum, « Hung Up », en el Confessions Tour . La canción se convirtió en uno de los sencillos más exitosos de la cantante, apareciendo en el Libro Guinness de los récords al llegar a la cima de las listas de 41 países diferentes. [ 16 ]
Madonna en el Confessions Tour durante la interpretación de « Sorry », segundo sencillo del álbum.