Fidel García

Nacido en el municipio leonés de Soto y Amío, creció en una familia humilde.En 1931 fue propuesto por la propia jerarquía romana para la sede primada de Toledo a fin de sustituir al cardenal Pedro Segura, pero renunció a tal ascenso y prefirió continuar con su sede calagurritana.Estando al frente de la diócesis, revitalizó la Unión Apostólica para contribuir a la mejora del clero local.Franco prohibió la publicación de esta execración papal en la España bajo su control, pero Fidel García desobedece tales órdenes y da a conocer la encíclica del papa (Mit Brennender Sorge-Con ardiente preocupación) en su boletín diocesano.[4]​ En 1962 se produce una segunda conspiración cuando el Servicio de Información Militar informa sobre su caso a Franco, quien decide ocultar la operación, posponer indefinidamente su aclaración y ofrecer al obispo su rehabilitación material pero no pública, un ofrecimiento que Fidel García declina.Fidel García fue el único miembro de la cúpula católica española que se opuso al régimen franquista, y pagó por ello con su denigración pública.Sus restos descansan hoy en un altar lateral de la capilla principal del seminario de Logroño, fundado por él, a donde fue trasladado recientemente desde un sótano del propio seminario donde inicialmente se le dio sepultura.