Las tradiciones legendarias atribuyen la evangelización del territorio al apóstol Santiago y a su discípulo san Torcuato; las mismas tradiciones, sin fundamento histórico alguno, enumeran una serie de 18 obispos anteriores al siglo V, época en la que están atestiguados los primeros obispos de Calahorra históricamente documentados.Antes que él, con el beneficio de la duda, fueron destinados a Calahorra otros dos obispos: Ianuario, que participó en el Concilio de Elvira, a principios del siglo IV; y Valeriano, asignado a principios del siglo V.[3] La mayoría de los obispos conocidos fueron los que participaron en los concilios nacionales de la Iglesia en la época visigoda, entre finales del siglo VI y finales del siglo VII.Para otros obispos la atribución a Calahorra es incierta, dudosa o incorrecta.[7] En 1052 el rey Sancho, rey de Navarra, concedió a los obispos la iglesia del monasterio de Santa María la Real como sede episcopal y catedral diocesana.Los obispos, sin embargo, continuaron residiendo en Nájera, o en el monasterio de Albelda, ostentando indiferentemente los títulos de episcopi Calagurritani, Naiarensis o en Albelda.[10] Aunque la diócesis llevaba el título de Calahorra, esta sede estaba muy descentralizada respecto del vasto territorio diocesano; y además, estaba situada en una zona de continuos conflictos y guerras entre potentados locales.[12] Sin embargo, la oposición y el acoso de los señores feudales locales hicieron que estas decisiones fueran en vano y en 1235 los obispos tuvieron que situar definitivamente su sede en Calahorra.[13] A mediados del siglo XIII la diócesis incluía aproximadamente 600 parroquias, agrupadas en 24 arciprestazgos, que a su vez se agrupaban en 4 arcedianatos.A estos datos hay que añadir al menos otras 100 parroquias, que dependían de los numerosos monasterios presentes en el territorio diocesano.
Concatedral de Santa María de la Redonda, en Logroño