Paul Feyerabend
Empleó con frecuencia citas de filósofos marxistas, entre otros Lenin, Mao Tse Tung y Rosa Luxemburgo.Para su instrucción fue enviado también a Yugoslavia por un período, y estando este país se enteró del suicidio de su madre, un suceso que en ese momento no lo afectó demasiado.Según Feyerabend, la escuela de oficiales le parecía un buen camino para evitar la acción directa en la guerra.Allí conoció al físico Felix Ehrenhaft, quien tendría una gran influencia en su posterior visión sobre la naturaleza de la ciencia.Poco después, y a través de Victor Kraft, Feyerabend entró en contacto con la Filosofía académica.Feyerabend participó allí también y por esta vía tuvo oportunidad de discutir con filósofos como Walter Hollitscher, G.E.M.Anscombe o Ludwig Wittgenstein, y escribió su tesis acerca del lenguaje de la observación (observation sentences).Publicó diversos artículos en los que se detectan claras influencias del racionalismo popperiano.En primer lugar, fue profundamente marcado por las ideas de Popper y asumió el falsacionismo.[cita requerida] En 1955 obtuvo su primer trabajo académico en la Universidad de Brístol, donde tenía que dictar una cátedra sobre teoría del conocimiento.Un buen ejemplo de esto es la crítica al positivismo en: An Attempt at a Realistic Interpretation of Experience, 1958.Feyerabend solía destacar en sus escritos que las experiencias con los movimientos políticos y el contacto con la multiculturalidad del área de la Bahía marcaron fuertemente su pensamiento filosófico.Con el correr de los años asumió distintos cargos como profesor invitado en diferentes lugares, sin llegar a sentirse completamente satisfecho en ningún sitio.Introdujo en su filosofía el concepto de inconmensurabilidad (aunque el término en sí se fijó posteriormente), ya que también lo usan Wittgenstein y Kuhn para referirse a teorías científicas disjuntas, es decir, aquellas cuyos dominios conceptuales son totalmente incompatibles e intraducibles entre sí.[cita requerida] Murió a consecuencia de un tumor cerebral para el que no existía tratamiento eficaz.Feyerabend sugiere proceder inductivamente, pero también contrainductivamente, es decir, introduciendo hipótesis inconsistentes con teorías, o con hechos bien establecidos.Esto no ha impedido que sea la dominante durante siglos y se considere un modelo de teoría científica.La actitud habitual en filosofía de la ciencia es despreciar estas hipótesis ad hoc por ir contra el método racionalista.Sin embargo, según Feyerabend, es un hecho que tales hipótesis son abundantes en el cuerpo de la ciencia.En conclusión, como diría Feyerabend: «Si las viejas formas de argumentación se hacen demasiado débiles para servir como causa, ¿no deben estos defensores o bien abandonar, o bien recurrir a medios más fuertes y más irracionales?».En esta nueva obra Feyerabend retoma la polémica y su crítica iconoclasta hacia la ciencia, donde el argumento principal del filósofo es: «Lo que hago es lo siguiente.Las ideas occidentales no son las mejores, ni tampoco el ideal al que debe aspirar la humanidad.En ellos opina que la razón y la ciencia han desplazado las creencias previas por un simple juego de poderes, no por haber ganado ninguna argumentación.Sin embargo, hay un principio que puede ser visto en cualquier circunstancia: todo sirve.No existe una guía considerada base para cada investigación, pero sí los métodos que vienen de experiencias anteriores.