Faros escamoteables

Dependiendo del diseño, los faros pueden estar montados en un alojamiento que rota para ajustarse al frontal del vehículo, como en el Porsche 928; pueden retraerse dentro del capó o de las aletas como en los Chevrolet Corvette de hasta 2004; o bien puede sobreponerse a los faros una rejilla móvil o rotativa como en el Dodge Charger de 1966.

Cada unidad tenía una manivela al lado del salpicadero siempre que se necesitara iluminación exterior.

Por ejemplo, Toyota exportó su versión de faros retraíbles del AE86, conocido en su mercado nacional como Sprinter Trueno en lugar del modelo Toyota Corolla Levin, ya que el primero tenía los faros delanteros a mayor altura, lo suficiente como para cumplir las normas, en lugar de elevar la carrocería, lo que llevaría a empeorar la maniobrabilidad.

Las leyes estadounidenses ahora permiten los faros aerodinámicos, con respecto a los cuales los faros escamoteables representan un coste añadido, mayor peso, complejidad y un elemento de frecuentes averías cuando el vehículo envejece.

Las normas internacionales ECE han incorporado recientemente normas con respecto a la protección de los viandantes, por lo que se restringen las protuberancias sobre las carrocerías, haciendo más caro y difícil diseñar unos faros escamoteables.

Faros escamoteables de un Mazda 323F
Keisei AE-100 Skyliner.