Los Workman comenzaron sus viajes realizando varias giras en bicicleta por Suiza, Francia, Italia, España, Argelia e India.
Estas primeras obras narrativas sobre sus viajes en bicicleta obtuvieron una mejor recepción del público que sus libros sobre montañismo.
Fanny Workman se convirtió en la primera mujer estadounidense en dar una charla en la Sorbona, y la segunda en hablar en la Royal Geographical Society.
Se conservan un número reducido de las historias escritas por Workman en aquella época, que cuentan su interés por la aventura.
[9] William introdujo a Fanny en el alpinismo tras su casamiento, y pasaron juntos varios veranos en las Montañas Blancas de Nueva Hampshire.
[12] Sin embargo, a los Workman les desagradaba la naturaleza provincial de la vida en Worcester, y deseaban vivir en Europa.
[7] Sin embargo, Fanny no quería conformarse con los papeles tradicionales de esposa y madre, procurando convertirse en una autora y aventurera,[13] llevando una vigorosa vida que se diferenciaba del ideal de feminidad del siglo XIX.
Al finalizar escribieron en coautoría la obra Sketches Awheel in Modern Iberia, en la que describieron sus vivencias en este viaje.
[10] En la obra Algerian Memories Fanny se centró en la belleza y en el romanticismo de lo rural, evitando realizar comentarios sobre las malas condiciones urbanas.
[19] Los problemas de trabajo asolaron todas sus expediciones porque, según Miller, "casi los únicos viajeros victorianos, los Workman, no tenían ninguna simpatía o incluso sentido común para entender a los nativos, irrumpiendo en sus villas remotas con trenes de seguidores exigiendo servicios y suministros".
Durante un período de 14 años viajaron ocho veces hasta esta zona, que en aquel entonces estaba casi inexplorada por completo y sin cartografiar.
[9] Tras su primer viaje al Himalaya y los problemas sufridos allí con los trabajadores locales, los Workman contrataron a Matthias Zurbriggen, el guía de alpinismo más experimentado en aquella época.
Aquella era el K2, la segunda montaña más alta de la Tierra, siendo Fanny Workman la primera mujer en verla en persona.
[8] En 1902 los Workman volvieron al Himalaya y se convirtieron en los primeros occidentales en explorar el glaciar Chogo Lungma, comenzando desde Arandu.
[4][19] Contrataron a 80 porteadores para llevar cuatro toneladas de suministro, pero su exploración se vio limitada por las continuas nieves y por una tormenta que duró 60 horas.
[18] A la vuelta de estos viajes los Workman dieron varias charlas por toda Europa, en inglés, alemán o francés según requiriera la ocasión.
[5] En 1905 Fanny se convirtió en la segunda mujer en comparecer en la Royal Geographical Society[24] (la primera había sido Isabella Bird Bishop, en mayo de 1897)[20] y su charla tuvo una mención en el periódico The Times.
[3][4] William escribió lo siguiente sobre Fanny: El mapa que cartografiaron durante este viaje fue de baja calidad.
Según indica Mason, la pareja no poseía un buen sentido de la dirección topográfica, por lo que sus mediciones eran imprecisas e inútiles para la agencia Survey of India.
[9] Los Workman no asistieron al casamiento de su hija con Alexander MacRobert en 1911, ya que en aquel entonces estaban embarcados en su exploración del Karakorum.
Tras este viaje, en 1912 la pareja se centró en la escritura y en las charlas, principalmente por el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914.
[9][26] Fanny Workman cayó enferma en 1917 y falleció tras uno largo período de enfermedad en 1925 en Cannes, Francia.
Fanny y William añadieron elementos científicos a sus escritos para llamar la atención de organizaciones como la Royal Geographical Society.
Su rivalidad demostró que las mujeres podían escalar los terrenos más remotos y difíciles del planeta.
[8] En sus textos Workman se describió a sí misma como "cuestionando o violando las normas de la propiedad vitoriana femenina".
Demostró que las mujeres eran lo suficientemente fuertes para prosperar fuera del hogar gracias a su facilidad para soportar actividades físicas extenuantes, como rodar grandes distancias en bicicleta en lugares cálidos y húmedos o en la práctica del montañismo a bajas temperaturas y grandes altitudes.
En su entrada sobre Workman en el Dictionary of Literary Biography, Tingley califica a Workman como "agresiva, determinada, e inflexible mujer viajera estadounidense del cambio de siglo", y dice de ella que fue "una de las primeras mujeres en trabajar como alpinista y topógrafa profesional y en escribir sobre las expediciones que realizó junto a su esposo a los confines más remotos del Himalaya.
[30] El gran número de libros y artículos publicados por los Workman son según Mason "aun útiles", especialmente por sus fotografías e ilustraciones, a pesar de que sus mapas son "engañosos y no siempre fiables".
Como mucho eran vigorosos y competentes clientes que seguían con destreza los pasos ganados a pulso de sus guías italianos".
[19] No obstante, Pauly escribió que "los pocos recuentos recientes sobre Fanny Workman tendieron a despreciar o menospreciar sus logros, mas sus coetáneos, desconocedores de los logros que aún estaban por llegar, tenían a los Workman en alta estima".