Otros tipos de almohadas están diseñados para apoyar el cuerpo cuando se está acostado o sentado.
También hay almohadas que tienen en cuenta la forma del cuerpo humano para aumentar la comodidad durante el sueño.
Las almohadas decorativas utilizadas en camas, sofás o sillas se denominan a veces cojines.
Su objeto es mantener recta la columna vertebral rellenando la concavidad del cuello para relajar la nuca, evitar tensiones musculares, disminuir el estrés acumulado durante el día y ayudar a conseguir un sueño agradable.
[2] En la cultura occidental contemporánea, las almohadas consisten en una envoltura de tela lisa o estampada (conocida como funda de almohada) que contiene un relleno blando, normalmente sintético y normalmente estandarizado en tamaño y forma.
Otras definiciones: La palabra almohada fue introducida al castellano durante la islamización de la península ibérica.
[2] Los animales, incluidos los humanos, evolucionaron usando objetos inanimados en sus nidos de madera y piedra como almohadas.
[7] Las almohadas se fabrican desde hace mucho tiempo en todo el mundo para ayudar a resolver el problema recurrente del dolor de cuello, espalda y hombros al dormir.
[10] Sólo las personas de clase alta solían poseer estas almohadas más blandas; sin embargo, todas las clases sociales podían utilizar algún tipo de almohada mientras dormían, se acostaban o se sentaban para darles apoyo.
Además, los romanos y los griegos utilizaban sus almohadas colocándolas bajo la cabeza de los difuntos al igual que hacían los antiguos egipcios.
[10] Las almohadas chinas eran tradicionalmente sólidas, aunque a veces se utilizaban con una tela más suave encima.
Con la Revolución industrial llegó la fabricación en serie de piezas textiles decoradas, que acabaron por extenderse a este rubro.
Sin embargo, las almohadas en forma de U a veces pueden forzar la cabeza hacia delante, creando rigidez en el cuello.
Los fabricantes recomiendan secarlas en secadora durante quince minutos cada semana para refrescarlas y para que el calor mate los ácaros del polvo.
[16] Su poco peso hace que constituyan una baja proporción de los residuos domésticos en masa.