Juliano afirma en el Panegírico que aseguraron sus altos cargos gracias a la influencia de Eusebia.
[2][12] Sócrates de Constantinopla ofrece un relato casi idéntico, sobre las sospechas que el emperador albergó respecto a Juliano y cómo este se libró, primero huyendo de un lugar a otro y "al final, habiendo descubierto su retiro la emperatriz Eusebia, convenció al emperador que lo dejara ileso, y le permitió irse a Atenas para seguir sus estudios filosóficos.
[14] Juliano atribuye esta protección a la bondad de Eusebia, aunque esto puede ser un embellecimiento literario y político.
[1] Según los historiadores modernos Shaun Tougher y J. Juneau, Eusebia pudo estar actuando como "testaferro" de Constancio, siendo un peón en la estrategia de Constancio, que la necesitaba como intermediaria ante Juliano, ya que la relación entre ambos era tirante.
[18] Según Amiano Marcelino, la situación en la Galia era desesperada, pero Constancio consideraba demasiado arriesgado alejarse de Italia por lo que al final resolvió asociar al trono a su primo Juliano,[19] a pesar de las voces contrarias en la corte, que le recordaban lo ocurrido con Galo.
Con ello, seguía los ejemplos de Diocleciano y Constantino I que también visitaron Roma en sus Vicennalia.
[21] Amiano narra esta visita del emperador con gran detalle en el libro 16, capítulo 10 de su Historia romana.
Actualmente, se considera que la historia de los abortos inducidos por una poción es una afirmación sin más pruebas.
En este caso, una poción que es consumida sólo una vez y continúa teniendo efecto durante años.
Su posición como tal se basaba solamente en que Constancio y Eusebia no tuvieran hijos.
Se investigó el asunto sin dilación y al final ambos esposos fueron ejecutados.
[26] Como señala R. Haston Norwood en su artículo sobre Barbatio, la carta no fue compuesta por la propia Asiria sino por una esclava, lo que pudo haber sido una trama más de Arbitio para congraciarse con el emperador.
[27] Eusebia ejerció considerable influencia en el emperador y afectó a decisiones políticas en la corte.
Según esta enciclopedia, el obispo permaneció indiferente a la llegada de la emperatriz.
[34] Como la primera esposa de Constancio, cuyo nombre se desconoce, Eusebia intentó sin éxito quedarse embarazada.
Se dice que Eusebia abrazó el arrianismo cuando los esfuerzos de sus obispos ortodoxos por curar su infertilidad fracasaron.
[36] Eusebia murió mientras estaba a cargo de una practicante femenina que intentaba restaurar su fertilidad.
Amidon señala que la histeria de Eusebia también es mencionada por Jorge Cedreno y Juan Zonaras.
Cuando los hijos "tardaban en venir", las mujeres se volcarían en la religión, o usarían medicamentos para enfrentarse a la infertilidad.
Menandro aconsejó que la alabanza en la virtud de un emperador debe centrarse en cuatro áreas: su valor, justicia, templanza y sabiduría.
Sin embargo, hay referencias adicionales a su bondad, clemencia, filantropía y liberalidad.
[40] La imagen que da Amiano Marcelino está influida por sus propias preferencias y odios.