Esteban Badlam Moreno
Desde joven se dedicó al comercio e ingresó luego como empleado del Ministerio de Guerra.Su presencia generó una fuerte reacción entre el sector de los "federales netos", rosistas a ultranza, quienes tras deponer a Juan Ramón Balcarce en la Revolución de los Restauradores mantenían también una fuerte desconfianza para con su sucesor.Su asesino, que asegura la tradición fue Ciriaco Cuitiño, salió a los gritos de "¡Muera Rivadavia![1] Badlam murió dos días después y recibió sepultura en el Cementerio de la Recoleta.En carta a su esposo, Encarnación Ezcurra comenta que "tuvieron muy buen efecto los balazos que hice hacer el 29 del mes pasado como te lo anticipé en la mía del 28, pues a eso se ha debido que se vaya a su tierra el fascineroso canónigo Vidal".